El brasileño Robinho fue condenado este jueves 10 de diciembre a nueve años de prisión por el delito de violencia sexual o violación contra una mujer albanesa en 2013, cuando el astro jugaba con el Milan.
Además del futbolista, su amigo Ricardo Falco también recibió la misma sentencia debido a que fue un «delito grupal» de acuerdo con el Tribunal de Apelación de Milán.
A pesar de esto, ambos pueden apelar su pena ante un Tribunal de Casación. Una vez que se tramite el proceso en esa tercera instancia y se obtenga una sentencia, el imputado será declarado culpable.
La decisión que se tome en la apelación de Robinho y Falco se hará pública en 90, con todos los argumentos que confirmen la pena de prisión.
Las juezas Francesca Vitale, Paola Di Lorenzo y Chiara Nobili fueron las encargadas de tomar la decisión.
En los casos de violencia sexual grupal, la justicia italiana contempla una prisión preventiva o un arresto domiciliario como alternativas a la cárcel.
Robinho, que había firmado contrato con el Santos de Yeferson Soteldo, se encuentra residiendo en Brasil y el país amazónico no extradita a los ciudadanos, por lo que Italia debe solicitar una orden de captura internacional para detenerlo.
La otra alternativa que le queda a las autoridades es detener al jugador una vez ingrese a cualquier lugar de Europa, algo poco probable tomando en cuenta la sentencia.
Actualmente, el brasileño se encuentra sin equipo luego que el «Peixe» rescindiera su contrato por presión de los sponsors, tras conocerse la investigación mediante unos audios.
En las grabaciones filtradas se escucha al amazónico decir que la situación «no le importa», quitándole peso al asunto.
Asimismo, se distingue como aseguró que «la mujer estaba completamente borracha, ni siquiera sabe lo que pasó».
«La policía no puede decir nada, yo diré que estuve contigo y luego me fui a mi casa», añadió en la cinta que relata el episodio ocurrido en un café de Milan.