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Una crisis como nunca

La planificación del equipo de ciclismo de Lotería es incierta en lo que resta de año y el fútbol amenaza con desaparecer. (Foto/Jorge Castellanos)

La solidez y solvencia económica que distinguía al Instituto de Beneficencia Pública Lotería del Táchira, y que la convertía en el principal músculo de apoyo financiero del gobierno regional de turno, pareciera hoy ser solo un mito.
El rumor generalizado es que el desplome en la venta de su principal producto: Kino, tiene a la organización al borde de la quiebra, y aunque en varias oportunidades sus representantes han salido al paso para desmentirlo, hay situaciones como las de los equipos de ciclismo y de fútbol que cuentan otra historia.
Con casi 50 años de existencia, el club de ciclismo Lotería del Táchira presume de ser el más antiguo del continente y, por ende, uno de los más importantes dentro y fuera del país, con un rico palmarés en su haber; el equipo de fútbol Lotería del Táchira tiene menos de 10 años, tiempo en el que ha llegado a ser muy competitivo, lo que le permitió ganar un título en Segundo B y rozar el ascenso a la Primera División.
Actualmente, independientemente de la antigüedad, ambos están venidos a menos y son el reflejo de la crisis que se vive puertas adentro.
El lotero Yonathan Salinas, campeón de la Vuelta al Táchira 2017, ha sido el primero en romper el silencio para denunciar una deuda de más de cinco meses, arriesgándose a correr la misma suerte que José Chacón, José Alarcón, Miguel Ubeto y Yosvang Rojas, que fueron echados del equipo el año pasado por denunciar la misma situación.
“El año pasado se vivieron momentos difíciles, pero pudimos superarlos; sin embargo, ya otra vez estamos al límite”, declaró el campeón al portal Ciclismo Total.
“Pensábamos que al ganar la Vuelta al Táchira íbamos a ser tratados como unos verdaderos campeones, pero no fue así, los que reclamaron pagos justos fueron echados del club, y a los que nos mantuvimos y creímos en cuentos chinos, se nos volvió a engañar”, añadió el corredor.
La deuda corresponde al salario básico, más el bono de alimentación, lo que aumenta el drama de los ciclistas que dependen solo de este, razón por la cual han ido desertando o piensan hacerlo, para dedicarse a otro trabajo que les permite un mayor ingreso familiar; otros con mejor suerte, como el propio Salinas, han logrado salir a competir fuera del país, lo que les ha permitido ganar en moneda fuerte y de alguna manera paliar la situación.
“Si mi vida económica y la de mi familia dependiera de Lotería, yo ya me hubiese retirado como ciclista; aquí en Venezuela ya ni los ciclistas están entrenando, porque no hay talento deportivo que sea bien gratificado”, dijo el campeón del giro andino que, por cierto, todavía espera el carro que le prometieron por haber ganado la Vuelta.
A finales de septiembre se correrá la Vuelta a Tovar, los equipos de Lotería y Kino están invitados, pero a la fecha no hay certeza de poder asistir.
“La gente (los corredores) no va a ir sin que le hayan pagado”; aseveró una fuente ligada al equipo que, cree que “de repente irán los que les gusta competir, pero igual tampoco hay dinero para viáticos, hospedaje, alimentación”.
A mediados de octubre viene la Vuelta a Venezuela y posteriormente debería comenzar la preparación para la Vuelta al Táchira 2018, pero toda esa planificación es incierta.
El fútbol se la juega por Ender
El fútbol lotero también tiene los días contados. El equipo que militaba en Tercera División desapareció el año pasado por la deserción de jugadores, estimulada a su vez por la falta de paga, las categorías Sub-18 y Sub-20 transitan el mismo camino.
“A nosotros no nos pagan sueldo sino una especie de beca y nos la deben desde hace casi un año”, dijo uno de los jugadores que, aseguró, “la Sub-18 y la Sub-20 nos pusimos de acuerdo para terminar de jugar el último torneo (de la Serie de Oro) por Ender (Peña)”, la joven promesa del fútbol tachirense asesinada durante las manifestaciones del pasado 30 de julio en San Cristóbal.
Muchos ya han comenzado a hacer sus contactos en otros equipos, especialmente de la Segunda, otros comienzan a desarrollarse en otros oficios, toda vez que el fútbol ya no es opción para ellos, menos en Lotería del Táchira.
Sport Táchira, liquidado
La muestra más evidente de la crisis insostenible en Lotería del Táchira es la liquidación de Sport Táchira, el ala que se encargaba de la promoción y gestión deportiva, con recursos del mismo instituto benéfico que recibía bajo la forma de donaciones. Al acabarse la capacidad de autofinanciamiento, el Instituto de Beneficencia Pública optó por liquidar Sport Táchira y crear el Club Lotería del Táchira, ahora con carácter jurídico, lo que le permitirá gestionar la búsqueda de recursos a través de patrocinios, tanto de entes públicos como privados.
“Nunca pensé que en la Lotería del Táchira llegarían a este extremo: buscar dinero por otro lado para ir a un evento”, soltó un funcionario con muchos años en la institución.

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