Una vez conocido el rival de la fase uno de Copa Libertadores, Deportivo Táchira ajusta su plan de pretemporada en función de la altura, toda vez que el primer escollo del certamen internacional comenzará a librarse en Ambato, ciudad del club Macará, situada a 2.500 metros sobre el nivel del mar.
“Ya tenemos un análisis del rival”, dijo el técnico Francesco Stifano sin entrar en mayores detalles, considerando el aspecto de la altura, así como el vertiginoso crecimiento competitivo del club en el último año y medio, que terminó cuarto en la liga ecuatoriana 2017, obteniendo en consecuencia el boleto a la primera fase de Libertadores.
El primer partido de la serie de muerte súbita se jugará el 22 de enero, en poco menos de un mes, tiempo suficiente según Stifano para terminar de “pulir detalles”.
“Tenemos que esperar un poquito más, terminar de confeccionar todo para el primer partido, estamos acumulando bastantes sesiones de trabajo y eso es importante”, apuntó el entrenador, quien espera adelantar buena parte de la preparación en la gira por el departamento de Antioquía, donde se tiene previsto la disputa de al menos cuatro partidos amistosos.
Medellín, la capital del departamento de Antioquía, será la primera ciudad donde se asentará el equipo tachirense. Sin embargo, a juzgar por su ubicación altitudinal -1.495 msnm- se prevé que el cuerpo técnico pida subir un poco más, quizá hasta la localidad de Rionegro, que apenas supera los dos mil metros sobre el nivel del mar, para tratar de ajustar las condiciones fisiológicas de los jugadores y buscar la respuesta óptima en zonas de baja concentración de oxígeno.
Sobre el fondo físico que han acumulado hasta el momento los jugadores, hay satisfacción por parte de Stifano, quien asegura que “los muchachos están rindiendo cada día más”, y añade que la idea es “seguir trabajando muchas horas más para acoplar al grupo”.
Descanso por Navidad
Tal como estaba previsto, Deportivo Táchira hizo un alto a sus labores precompetitivas con motivo de la fiesta de Navidad.
La santamaria de pretemporada bajó temporalmente este viernes y se abrirá otra vez el próximo martes 26 en la cancha alterna de Pueblo Nuevo.
Hasta el momento el equipo acumula 16 días de trabajo, con sesiones cargadas de mucha exigencia. Pablo Masiero está a cargo de la potenciación, según los lineamientos tácticos que le asigna el estratega Francesco Stifano.
Tras el breve receso, el plantel se reunirá nuevamente en su hotel de concentración por cinco días antes de fin de año, para retornar el 2 de enero de 2018. La pretemporada aurinegra comenzará a soltar las cargas los próximos días, para centrarse en los trabajos tácticos.
María Jose Salcedo