El equipo lotero se sacó el Kino en Santo Domingo: Jonathan Salinas cruzó en solitario la meta frente a la plaza Bolívar y su compañero de equipo, John Nava, contra todos los pronósticos, mantuvo la casaca de líder de la carrera.
Una etapa cinco estrellas, perteneciente al ecuador de la Vuelta al Táchira en Bicicleta, edición 52ª, que en el papel marcó 141,7 kilómetros pero que en los hechos, de acuerdo con el cronometraje del corredor colombiano Iván Sosa (Androni Giocattoli), el recorrido del trayecto entre la ardiente Socopó y la fría población de Santo Domingo, en el estado Mérida, superó los 156 kilómetros, distancia para la cual el ganador agenció un tiempo global de 4 horas, 18 minutos y 13 segundos.
Se cayeron las apuestas, para utilizar un término de los jugadores: ni se impuso uno de los consagrados “escarabajos”, los más aptos para el terreno de montaña; ni el líder, un corredor considerado un elemento que no tiene el fuelle necesario para esta topografía, perdió su condición como tal y, por el contrario, aumentó en 23 segundos la ventaja a su escolta en la tabla general de posiciones, Jackson Rodríguez (JHS Aves).
La segunda gran batalla en la cuesta entre loteros y “avícolas”, con triunfo otra vez para el escuadrón de la avenida Libertador. Manejaron a la perfección las fichas los técnicos Aldrin Salamanca y César Salazar, con saldo altamente halagador al final del exigente recorrido entre el llano y la montaña.
Las dos caras de la moneda a lo largo del recorrido, con un gran protagonista en el terreno plano, el barinés Fernando Briceño, que se mostró en su tierra, se escapó en solitario antes del segundo esprint en la redoma de Barinas, para ganar en solitario; también se impuso en el tercero y cuarto, y no conforme con ello, tuvo el fuelle necesario para cabalgar sin compañeros, hasta que fue cazado tan pronto se insinuó la cuesta en la ruta hacia Santo Domingo.
Respaldado por su labor de excelente pasista, ascendió al segundo lugar del departamento de los esprints con 21 puntos, superado apenas por dos unidades por el líder Wílmer Bravo (Grupo JHS), fiel reflejo de lo reñido que está la competencia de los más veloces.
El duelo de los “escarabajos”
Lo mejor estaba por venir, todo lo que lleva intrínseco el terreno de montaña, el que quita y pone en las grandes pruebas por etapas del mundo, que ayer se puso de manifiesto en las carreteras del estado Mérida, con los llamados ases de la Vuelta mostrando sus mejores armas.
José Rujano y Manuel “el Gato” Medina, tetra y triple campeones del Giro Andino, grandes favoritos al comienzo de la carrera para agrandar su historia, ir por la quinta y cuarta corona, respectivamente, probaron sus fuerzas, estuvieron en el lote de los consagrados en varios pasajes de la ruta a Santo Domingo, sin que al final de la etapa pudieran disputar los honores: el nacido en Santa Cruz de Mora arribó de décimo, a 36 segundos de Jonathan Salinas, y el de Aragua de Barcelona no apareció entre los 15 primeros.
No ha terminado la guerra aún, quedan cuatro duras batallas, definitivas para buscar el relevo en el trono del “tico” Joseph Chavarría, lo que pronostica duelos aquilatados, sin pedir ni dar cuartel, pues cuando se observa cómo quedó la clasificación general de los diez primeros, el escuadrón de la Lotería del Táchira tiene tres soldados: el líder John Nava; Jonathan Salinas, cuarto a 1:58 del primer lugar, y Juan Murillo, octavo a 2:20.
Por su parte, el JHS tiene cuatro combatientes: Jackson Rodríguez, segundo, a 24 segundos; Luis Díaz, tercero a 29 segundos; Yonnathan Monsalve, quien descontó tiempo al líder, a 2:10, y Jhorman Flores a 2:26.
Un gran damnificado en la etapa, el colombiano Luis Largo, quien bajó del puesto 3 a la casilla 15ª, ahora a 3 minutos y 28 segundos; sin embargo, su paisano, Iván Sosa (Androni Giocattoli), amparado en el tercer lugar que hizo en la etapa, subió al sexto lugar de la clasificación general, a 2:15.
Aún nada escrito, queda mucha montaña por disputar, para continuar hoy con la sexta etapa, partiendo a las 9 y 30 de la mañana del Parque Glorias Patrias de Mérida y final en Tovar, un total de 128 kilómetros. Corta pero exigente etapa, con la disputa de cuatro esprints y dos premios de montaña, uno de categoría ‘C’ y otro de categoría ‘B’.
(Homero Duarte Corona)