El panameño Kenneth Zseremeta quedará en la historia del deporte venezolano como uno de los técnicos más exitosos –sino el más- del fútbol de selecciones, por su labor en el balompié femenino.
A la callada, de bajo perfil, Zseremeta desarrolló desde su llegada en 2008, un trabajo sostenido, a conciencia, que le permitió convertir el fútbol femenino venezolano en una de las potencias de Suramérica, con presencia mundialista.
En ocho años al frente del seleccionado nacional, el técnico panameño ha logrado clasificar a Venezuela a dos de los cuatro Mundiales celebrados hasta ahora en la categoría Sub-17; el primero en Trinidad y Tobago 2010, más de reconocimiento que de buenos resultados, y el segundo en Costa Rica 2014, al que se llegó como campeón de Conmebol, para terminar ocupando la histórica cuarta plaza de la competición.
Es así que después de casi una década en Venezuela y con la posibilidad cierta de alcanzar una tercera participación mundialista en Jordania 2016, Kenneth Zseremeta prepara su despedida, para retornar a sus orígenes y tratar de devolver a su país lo invertido en su formación y desarrollo.
Más allá de conectarse con lo deportivo, Zseremeta regresa a Panamá en busca del sosiego familiar del cual no ha podido gozar a sus anchas en los últimos años, justamente por su compromiso con Venezuela.
Volver con su madre, así como retomar con normalidad su vida sentimental, esa que necesita un hombre de más de 40 años, son prioridad en este momento para el experimentado técnico que tocó techo en el fútbol vinotinto.
Éxitos y carencias
La permanencia de Zseremeta en Venezuela si bien fue muy exitosa y productiva en lo deportivo, en lo personal su estancia no fue ni tranquila ni placentera, sino más bien llena de carencias y vicisitudes.
Algo de eso dejó escuchar el estratega en los últimos días, cuando tras anunciar su salida, hablaba del poco valor que se le dio a su trabajo y aunque él no entra en detalles, se pudo conocer que, por ejemplo, en los ocho años que vivió en el país nunca tuvo una casa, su residencia era la Villa Deportiva de Acarigua y los vecinos sus principales colaboradores en cuando a alimentación tiene que ver.
“Yo estoy muy agradecido con los venezolanos y la FVF, que confió en mí, en mi proyecto y me permitió desarrollarlo, pero pecó en el trato desigual”, atina a decir Zseremeta, “aquí muchos entrenadores vinieron, se usufructuaron, no ganaron lo que nosotros sí, y estaban en mejores condiciones que nosotros; no es mi descontento, es simplemente un llamado a la reflexión”, añadió.
“No fue el trato que esperábamos, pero quiero dejar claro que esas dificultades no son el motivo para dejar la selección, simplemente busco nuevas opciones, sin despreciar lo que hizo Venezuela por mí”, sostuvo Zseremeta.
“Venezuela requiere un cambio”
Kenneth Zseremeta considera que “Venezuela requiere un cambio en la dirección del fútbol femenino” para dar paso a técnicos que se han ido formando en los últimos años.
Si son el relevo ideal o no, es algo de lo que debe tener conciencia la FVF, “ellos tienen que haber preparado gente en el tiempo que estaba”, dijo el técnico panameño, para quien uno de los principales candidatos a relevarlo es José Catoya, técnico de la Sub-20 –clasificada al Mundial de Papúa Nueva Guinea- y uno de sus asistentes en el Suramericano de Barquisimeto.
“Por ahí se pueden apuntar a varios técnicos que hay en la liga nacional, que están desarrollando al futbol femenino. Habría que hacer una convocatoria de entrenadores para evaluarlos. Los venezolanos están muy capacitados, hay personas con conocimiento”, aseguró.
“Me voy para que mi madre pueda gozar de su hijo, mis familiares y mi federación, que invirtió en mi educación, la FIFA. Regresamos a la Concacaf para realizar el proyecto que marcará la próxima década de Kenneth Zseremeta”, sentenció el técnico.
María José Salcedo