El belga Greg Van Avermaet, que dio un golpe magistral en el Macizo Central, se enfundó el maillot amarillo de líder del Tour de Francia tras su victoria en solitario en la quinta etapa, este miércoles en la estación invernal de Lioran, según nota de AFP.
Van Avermaet culminó una larga escapada, de cerca de 200 kilómetros, en esta primera jornada de media montaña.
Entre los favoritos, el españolAlberto Contador volvió a ceder una treintena de segundos respecto al resto de aspirantes, demostrando que aún no se ha recuperado de los daños sufridos en sus caídas en el primer tramo del Tour.
“Es mejor de lo que esperaba, no perdí demasiado tiempo”, estimó el dos veces ganador del Tour (2007, 2009). “Sabía que Movistar (el equipo de Quintana) iba a endurecer la carrera, estaba preparado para eso. Intentaré recuperar en los Pirineos”.
El campeón del mundo, el eslovaco Peter Sagan, quedó rezagado en las empinadas rampas de Puy Mary y no pudo recuperar el terreno perdido.
El Macizo Central redistribuyó (provisionalmente) las cartas para la clasificación general, dejando un maillot amarillo inesperado, Greg Van Avermaet (31 años), un corredor de clásicas que esta temporada se impuso en la Tirreno-Adriático.
El belga atacó a su compatriota Thomas De Gendt a 17,4 kilómetros para meta en Lioran, casi 200 kilómetros después de la salida en Limoges.
De Gendt, su último compañero de escapada, muy generoso en el esfuerzo, vio premiado su trabajo con el maillot de lunares que le acredita como líder de la Montaña.
Van Avermaet superó en 2 minutos 30 segundos a De Gendt (Lotto), nuevo líder de la montaña, y en más de cinco minutos al polaco Rafal Majka (Tinkoff), que llegó justo antes del grupo de favoritos.
Van Aver-mate le peloton ! / @GregVanAvermaet wins ! #TDF2016 pic.twitter.com/eqB57Ldd3T
— Le Tour de France (@LeTour) 6 de julio de 2016
Demasiados puertos para Sagan
Ganador de la etapa de Rodez el año pasado, Van Avermaet se impuso sobre un terreno que no se ajusta a sus características. Ahora dispone de una ventaja de 5 minutos y 11 segundos en la general sobre el francés Julian Alaphilippe.
De la escapada de nueve corredores formada en el kilómetro 21, Van Avermaet y De Gendt saltaron, junto al ucraniano Andriy Grivko, a la altura del kilómetro 85. La falta de entendimiento reinó entre los otros fugados, entre los que se encontraba Majka, compañero de Sagan y que lógicamente no colaboró.
Mientras tanto, el pelotón, guiado por el equipo de Chris Froome, permitió la escapada e incluso posibilitó que aumentase su renta, llegando incluso a los 15 minutos. Ni el equipo del maillot amarillo ni el de Alaphilippe, que podía legítimamente ambicionar destronar a Sagan, lucharon por impedirlo. El primero porque tenía a Majka en la fuga, y el segundo para dosificar esfuerzos de cara a las etapas venideras.
Los hombres del colombiano Nairo Quintana en el Movistar se pusieron manos a la obra en los últimos 50 kilómetros, y pegaron sendos bocados a la diferencia en los puertos de Neronne y el Pas de Peyrol, aunque ese elevado ritmo condenó a Sagan, pero también a otros corredores importantes como Nibali, Landa o Zakarin, y obligando a un esfuerzo extra al francés Thibaut Pinot, que dio muestras de debilidad aunque sin llegar a quedar descolgado.
El propio Quintana describió la jornada como “muy peligrosa”, aunque reconoció que él y su equipo la libraron “bastante bien, como viene siendo lo normal en este inicio de Tour”.
Para Van Avermaet, primer belga en vestir el maillot amarillo desde Jan Bakelants en 2013, la próxima etapa no debería plantearle problemas. Tras el paso por el Macizo Central el Tour vuelve a la planicie entre Arpajon-sur-Cere y Montauban (190,5 km).