Se complicaron las cosas para el Deportivo Táchira, y por ellos mismos, pues anoche no pudieron sacar un buen resultado en el compromiso por la ida de la Fase Previa 2 de la Copa Libertadores 2018 y terminaron cayendo derrotados 2 goles por 3 ante su similar del Independiente Santa Fe, de Colombia; duelo realizado en el Estadio Polideportivo de Pueblo Nuevo.
Tres inocentadas fueron suficientes para que el conjunto “Cardenal” marcará la misma cantidad de veces y se llevará una gran ventaja para la vuelta que se disputará el jueves en el Estadio Nemesio Camacho “El Campín” de Bogotá.
Táchira mostró dos caras; en los primeros 45 minutos fue un equipo que nunca bajó los brazos, tomó el control del partido y demostró personalidad y jerarquía; mientras que en el complementario se desdibujó y ni sol ni sombra de lo que proyectó anteriormente.
El primer tiempo fue lo mejor del partido. Ambos conjuntos salieron a proponer y a buscar el gol, siendo la visita quienes rompieron el celofán apenas cuando el reloj marcó los 7 minutos de juego, luego de que Táchira perdiera el balón por el costado izquierdo John Pajoy cambió de banda y recepcionó Juan David Valencia, bajó y dejó servido a Wilson Morelo para que de pierna zurda batiera al arquero Beycker Velásquez.
Rápidamente el aurinegro se repuso y tres minutos más tarde Manuel Granados emparejó el marcador con un potente riflazo que batió por bajo al cancerbero Robinson Zapata. Cabe destacar que Granados no dio balón por perdido y fue lo mejor en Táchira. Los locales se crecieron y se encimaron sobre los colombianos, tanto así que el cuestionado delantero argentino Sergio Almirón anotó el de irse arriba para Táchira, tras un centro de Luís Melo que bajó Pérez Greco con la cabeza, solo para que el “9” aurinegro mandara a guardar.
Sin embargo, al minuto 31 otro error concedió el empate Cardenal, pues un hombre habilitó a la línea ofensiva neogranadina y en mayoría numérica William Tesillo terminó anotando el 2-2 para luego irse a las duchas.
Para la segunda parte el zaguero panameño Jan Carlos Vargas cometió la tercera inocentada al golpear con su zapato el rostro de un contrario, en su afán de querer despejar un balón manso que no llevaba ningún peligro, cuando apenas corría el minuto 5. Morelo cobró la pena máxima y tras el rebote que Velásquez dio volvió a rematar para poner cifras definitivas en el pizarrón.
Francesco Stifano, técnico atigrado, se vio obligado de arrancar el segundo tiempo con Duglar Angarita en lugar de Greco por lesión. Al 68´ entró Johan Moreno por Ángel Lezama, y al 73´ ingresó Joel Infante por Luís Chacón; cambios que intentaron reanimar a un alicaído Táchira pero contrariamente se preocupó más en reprochar y cuestionar el juicio del principal uruguayo Daniel Deforczuk que de encontrar la paridad.
Riñas entre barras
Lejos de la pena que pueda dejar la derrota aurinegra no es justificable la violencia que se pueda generar entre las aficiones que animan y dan colorido al fútbol. Lamentablemente se registraron algunas rencillas antes y después del duelo entre barras andinas y bogotanas que dejaron heridos a causa de arma blanca, por lo que el dispositivo de seguridad se vio en la obligación de intervenir para repeler a los violentos.
Asimismo, hubo aficionados que lanzaron objetos al campo de juego con la intención de agredir al árbitro y jugadores visitantes, una vez culminado el juego. Para nadie es un secreto que estas acciones podrían acarrear consecuencias que afectarían negativamente al club aurinegro y la disputa de compromisos internacionales en el Polideportivo de Pueblo Nuevo.
Favio Hernández