El cambio de técnico y la variación en la nómina llevó a pensar a muchos que Guaros de Lara difícilmente podría repetir la gesta del 2016, cuando alzó su primer título en la Liga de Las Américas; pero lo hizo, repitió la hazaña y además le añadió valor histórico, pues se convirtió en el primer club bicampeón del certamen, nuevamente en su casa, el Domo Bolivariano de Barquisimeto, sede del final four.
Tras siete partidos disputados en la competencia, que inició el pasado 20 de enero, cinco triunfos y dos derrotas en su récord, Guaros de Lara se puso a un paso de la gloria la noche del sábado, cuando se disponía a jugar la segunda final consecutiva del evento que reúne a los campeones y subcampeones del continente desde hace 10 años.
Weber Bahía de Argentina era el rival de enfrente y que iniciado el compromiso se iría arriba muy pronto, dejando contra las cuerdas al conjunto venezolano, que tras la disputa de los primeros dos cuartos y una sacudida en la charla técnica del entretiempo, inició una apoteósica remontada, para terminar ganando por una diferencia de 23 puntos (88-65).
“En el camerino dimos las pautas, le aclaramos que estábamos jugando como muchachos, mientras que teníamos que jugar como hombres”, declaró Jorge Arrieta, coach del equipo larense, sucesor del argentino Néstor Che García, conductor del conjunto hasta el año pasado y quien tiene mucho que ver con este nuevo triunfo.
Y es que en la charla técnica, Arrieta buscó la reacción en los jugadores recordando justamente el legado del argentino. “Les dije que estábamos jugando al juego de ellos (Bahía) cuando teníamos que jugar al nuestro, a la escuela que nos dejó Néstor, porque todo esto tiene una imprenta de Néstor, él nos enseñó a ganar internacionalmente, nos cambió el estilo de jugar”, apuntó el técnico, quien reconoció que Guaros sufrió en el campeonato “pero ahora disfrutamos”.
Adicional a la identidad y el estilo que ayudó a cimentar el Che García, Guaros se apoyó en la presencia de al menos cuatro referentes de la selección nacional que ganó el preolímpico de México. Heisler Guillent, Gregory Echenique, Néstor Colmenares y Windi Graterol, fueron pilares del equipo, reforzado con la presencia de otros notables del baloncesto criollo, como Luis Bethelmy y los importados Haiward Junior, Damien Wilkin y Zach Graham, MVP de la final.
“Una buena organización”
Carlos Villasmil, ex basquetbolista profesional, destacó que la conquista de Guaros de Lara es una muestra del buen trabajo que vienen haciendo los clubes profesionales en su base y, como organización, la divisa barquisimetana “hace las cosas como debe ser”.
En este sentido, indicó que en ese equipo hay un buen trato a todos los niveles, aparte hay buenos pagos para jugadores y cuerpo técnico. Pero más allá de ello está la identidad, el compromiso y la entrega del equipo en la cancha, que funciona como tal, sin depender de individualidades.
“Hay mucha química y sentido de pertenencia en este equipo. Lo importante es ganar, no interesa quién marque”, destaca Villasmil, quien observa un buen desarrollo en el baloncesto nacional, a nivel amateur, que sin duda se verá estimulado por este triunfo de Guaros de Lara, que ahora va a su segunda participación en la Liga de Campeones, para disputar la Copa Intercontinental. (MJS)