Tras la hazaña, el histórico portero de La Vecchia Signora publicó este texto inspirado en su gran cómplice, el arco:
“Tenía 12 años cuando te di la espalda. Renegar de mi pasado para asegurar tu futuro. Fue una elección del corazón. Una elección del instinto. Justo el día en que me detuve a mirarte de frente, sin embargo, empecé a amarte, a protegerte, a ser tu primera y última línea de defensa. Me prometí que haría todo lo posible para no abandonar tu resguardo. O para hacerlo lo menos posible. Pero cada ocasión fue dolorosa, tener que darme vuelta para entender que te había desilusionado. Una vez más”, publicó.
“Siempre hemos sido opuestos y complementarios, como la Luna y el Sol. Obligados a vivir uno al lado del otro, pero sin tocarnos. Compañeros de vida a quienes se niega el contacto. Hace más de 25 años juré mis votos: juré protegerte y guardarte. Convertirme en un escudo contra tus enemigos. Siempre he pensado en tu bien, anteponiéndolo al mío. Y cada vez que me di la vuelta para mirarte intenté sostener tu expresión decepcionada con la frente en alto, pero sin perder nunca el sentimiento de culpabilidad”, agregó.
“Tenía 12 años cuando le di la espalda a la puerta. Y seguiré haciéndolo. Mientras las piernas, la cabeza y el corazón resistan”, apuntó.