Rompió el record anotador para un año en el Atlanta United del Tata Martino, que va por el título. Los argentinos del equipo le contaron a Clarín sobre su espíritu ganador y su enorme personalidad.
Wayne Rooney, Zlatan Ibrahimovic, Bastian Schweinsteiger, David Villa. En el último lustro, la Major League Soccer (MLS) estadounidense se nutrió de figuras de chapa internacional en el tramo final de su carrera para dar otro vuelo (deportivo y comercial) a su torneo. Para ese impulso también se sumaron futbolistas argentinos que allí encontraron su lugar como Diego Valeri (fue el Jugador Más Valioso la pasada temporada), Ignacio Piatti, Sebastián Blanco, Maximiliano Moralez o Alejandro Romero Gamarra. Sin embargo, el que se está robando todas las miradas es un desconocido para el gran público y no proviene de un país con larga tradición futbolera.
Recibe del alemán Julian Gressel, deja clavado a Jonathan Spector, toca con clase ante la salida de Joe Bendik y se permite un comentario al pasar al arquero antes de salir a festejar. El venezolano Josef Martínez festeja no solo porque ese gol vale el triunfo 2 a 1 ante Orlando City para el Atlanta United de Gerardo Martino, el mejor equipo del certamen, sino también porque es su 28° grito en la temporada. Así, un récord se hace trizas: nadie había convertido tanto en un año. Roy Lassiter (en 1996), Chris Wondolowski (2012) y Bradley Wright-Phillips (2014) habían hecho 27. Y a él todavía le quedan ocho encuentros en la fase regular para seguir engordando su marca. Una yapa: con su tanto ante Orlando llegó a nueve partidos al hilo convirtiendo, una racha que solo había alcanzado Diego Valeri el año pasado.
“Quería cambiar de aire, divertirme, jugar y demostrar. Lo que me trajo a este club no solo fue su presente, sino su futuro”, contó apenas pisó suelo estadounidense. Futuro. Esa era la palabra que se repetía en los labios de Martínez. Cerrar la puerta del fútbol europeo y abrir la de una liga en crecimiento, pero claramente inferior a la Serie A italiana, en la que no había terminado de hacer pie en las tres temporadas con la camiseta de Torino.
Antes de su excursión italiana, este delantero bajo (mide apenas 170 centímetros) pero dueño de un muy buen juego aéreo, potente y habilidoso había explotado en el Caracas Fútbol Club de su país y había saltado al Viejo Continente con 18 años para jugar en el Young Boys suizo. Mucho más lejos en el tiempo había quedado una prueba en Estudiantes: en 2006, ese chico de apenas 13 años llegó a La Plata para una prueba. Estuvo seis meses y conformó, pero no pudo quedarse por las restricciones que la reglamentación FIFA establece para el registro de futbolistas extranjeros menores de edad.
Se lo ofrecieron a Gerardo Martino a fines de enero de 2017, cuando estaba terminando de conformar el plantel del novel equipo que debutaría en la MLS un mes después. El Tata lo conocía por haberlo enfrentado con la Selección en la Copa América Centenario de 2016, que se disputó justamente en Estados Unidos (Argentina le ganó 4 a 1 a Venezuela en Boston en cuartos de final). “Ese día nos volvió bastante locos. Me lo tuve que imaginar de número nueve porque nunca lo había visto en esa posición. Pero cuando surgió su nombre ni siquiera lo dudé”, contó el entrenador la semana pasada.
La relación no siempre fue armónica entre el rosarino y ese muchacho criado en el humilde barrio El Combate en la ciudad de Valencia, dueño de un carácter fuerte y una lengua filosa (“Si esto lo hubiera hecho hecho un argentino, estaríamos hablando cinco años. Pero fue un venezolano y se la dejamos adentro”, dijo tras batir el récord). “Hemos aprendido a conocernos. Hemos tenido nuestras buenas agarradas, pero siempre con respeto. Busco ayudar en su educación y aportarle algo para que vuelva a Europa”, reveló Martino.
En su primera temporada en Estados Unidos, las lesiones lo complicaron y le impidieron disputar 15 partidos. Pese a ello convirtió 19 tantos en 20 encuentros, en un anticipo de lo que sucedería en 2018, y compitió por el premio al Recién Llegado del Año, un reconocimiento que la MLS otorga al futbolista más destacado en su primera temporada en la liga, pero con experiencia profesional. Este año se produjo la explosión definitiva y en ello tuvo mucho que ver su principal socio en la cancha, el paraguayo Miguel Almirón.
“Es muy importante tener la confianza que tengo con Josef. Todos saben la calidad de jugador que es. Para mí, él es Atlanta, representa muy bien al equipo. Atlanta está rompiendo récords y él también lo está haciendo. Me pone muy contento estar aquí con Josef”, le cuenta a Clarín el ex mediocampista de Lanús, campeón del Campeonato de Primera División y de la Copa del Bicentenario en 2016 con el equipo que dirigía Jorge Almirón.
El paraguayo, el otro jugador-insignia de Atlanta en esta temporada, no solo es el compinche de Martínez en la cancha (cinco de sus goles llegaron tras asistencias de Almirón), sino también fuera del campo. A menudo comparten fotos y videos que luego publican en sus cuentas de Instagram. Sonríen. “Estoy feliz en Atlanta. Disfruto estar donde estoy y no pienso en el futuro. Los rumores se los dejo a los demás”, avisó el venezolano hace un par de semanas, cuando comenzaron a circular versiones sobre un posible regreso a Europa.
Para Leandro González Pírez, uno de los cinco jugadores argentinos que integran el plantel de Atlanta (los otros son Héctor Villalba, Ezequiel Barco, Eric Remedi y Franco Escobar), la principal virtud de Martínez es su inconformismo. “Todo el tiempo trata de superarse. Va a batir su propio récord y después romperá el siguiente y el siguiente porque es cabeza dura y siempre quiere más”, sostiene el ex defensor de River. Y agrega: “Es un gran profesional y es ganador. Eso es muy bueno para nosotros porque nos cambia la manera de pensar como equipo y nos hace ganadores a todos”.
Su explosión en la MLS fue de la mano de su afianzamiento en el seleccionado venezolano, en el que debutó con apenas 18 años, el 7 de agosto de 2011 en la derrota 2 a 1 contra El Salvador en Washington. Con la llegada de Rafael Dudamel antes de la Copa América Centenario, Martínez se ganó un lugar entre los titulares y fue uno de los mejores de la Vinotinto en las Eliminatorias para Rusia 2018, pese a que terminó última y con solo dos victorias.
En esa etapa clasificatoria, fue el máximo anotador de su seleccionado. Uno de sus cinco tantos se lo hizo a la Argentina de Edgardo Bauza en el empate 2 a 2 en el Estadio Metropolitano de Mérida. Ahora es número puesto para los amistosos frente a Colombia y Panamá en septiembre, el primer paso en el largo camino hacia Catar 2022, y la gran apuesta goleadora del equipo que intentará acceder por primera vez a una Copa del Mundo. Y eso que arrancó su camino en el fútbol como arquero, como su padre y su abuelo.