La vehemencia con la que Pep Guardiola vive los partidos de fútbol, especialmente cuando no van bien las cosas para su equipo, ya le han hecho ser protagonista de escenas peculiares.
El histrionismo con el que protesta según qué decisiones de los colegiados lleva a veces a que parezca mucho más furioso de lo que realmente está, o simplemente demasiado acelerado para acciones que no deberían ser tan problemáticas. El último ejemplo de su extraño comportamiento lo dejó en el encuentro entre el Manchester City y el West Bromwich Albion.
El cuarto árbitro del encuentro estaba a punto de sacar el cartelón del tiempo añadido, cuando Guardiola mostró su descontento con eso. Empezó a gritarle en la cara, a gesticularle con aspavientos y hasta a agarrar al colegiado y al propio cartelón. Hubo por momentos que el enfado de Guardiola parecía que iba a derivar en algo mucho más grave, aunque todo quedó en un berrinche del entrenador español.
? ¡Casi no le deja sacar ni la tablilla! El momentazo de Guardiola intentando que añadieran más tiempo de descuento al partido ⏱️ pic.twitter.com/7wqDlBFT1c
— DAZN España (@DAZN_ES) December 16, 2020
La tensión que muestra Guardiola es síntoma de la situación que atraviesa el City. Ante el West Bromwich Albion, un equipo que ocupa la penúltima posición de la Premier League, sólo pudo obtener un punto, lo que le ha hecho descolgarse de manera notable de los puestos de arriba.
El conjunto citizen ocupa la sexta plaza, a cinco puntos del líder, el Tottenham de Jose Mourinho.