LOS ANGELES, 13 Jun 2018 (AFP) – La decisión tomada este miércoles de confiar la organización de la Copa del Mundo de fútbol de 2026 al trío Estados Unidos-Canadá-México se alinea con el creciente desarrollo del fútbol en Norteamérica, una creencia arraigada en el Mundial de 1994.
Durante décadas, Estados Unidos parecía ser inmune a la fiebre del fútbol, el deporte más popular del mundo pero incapaz de competir con los gigantes estadounidenses del baloncesto, el béisbol y el fútbol americano.
Incluso la llegada de grandes estrellas en la década de 1970 -Pelé, Franz Beckenbauer y Johan Cruyff- fue insuficiente: la glamurosa pero efímera North American Soccer League se extinguió a mediados de los 80, tras apenas 20 años de vida.
“El soccer es el deporte del futuro, y siempre lo será”, era entonces broma común entre los estadounidenses.
Pero todo cambió en 1994, durante la Copa del Mundo organizada por Estados Unidos y ganada por el Brasil de Romario y Bebeto.
Más de 3.5 millones de seguidores se desplazaron a lo largo de todo el país para llenar los estadios, con promedio de 68.991 espectadores por partido, récord de la competencia. En el proceso, se creó una nueva liga, la Major League Soccer (MLS).
En sus comienzos, en 1996, contaba solo 10 equipos. Ahora tiene 23, extendidos por los territorios de Estados Unidos y Canadá, y se espera tres nuevas franquicias para 2020.
En 2017, 22.133 personas de media se citaron en los estadios para ver las hazañas de David Villa o Kaká, convirtiendo a la MLS en el séptimo campeonato mundial en términos de asistencia, por delante de históricas naciones futboleras como Argentina, Holanda o Francia.
Estados Unidos no participará en el Mundial-2018, pero su boleto en octavos de final en las dos ediciones previas (2010 y 2014) fue valorado.
Pisando los talones del béisbol
“El desarrollo del equipo nacional y la creación de la MLS no se hubieran producido sin la Copa Mundial de 1994”, estimó en 2014 Alan Rothenberg, expresidente de la federación estadounidense de fútbol. “Este deporte ha pasado a ser una organización profesional bien administrada y financiada en Estados Unidos”.
Según cifras de la FIFA, 24,4 millones de personas juegan en varios niveles. Una encuesta reciente realizada por el Instituto Gallup demostró que el 7% de los estadounidenses considera el ‘soccer’ su deporte favorito.
Aunque el fútbol americano (37%), el baloncesto (11%) y el béisbol (9%) se mantienen por delante, el esférico está en progreso neto: un 3% más en cuatro años.
Sobre todo, son los jóvenes los más interesados. En el grupo de edad de entre 18 y 34 años, el 11% prefiere el fútbol, contra el 6% que se decanta por el béisbol, clásico estadounidense por excelencia.
En televisión, el canal NBC, disponible en la mayoría de los hogares, transmite en vivo la Premier League inglesa, mientras que los campeonatos alemán, francés, español y la Liga de Campeones están disponibles por cable.
E incluso en la Copa del Mundo de 2026 del triunvirato norteamericano, Estados Unidos se hará cargo de la mayor parte de la competencia: 60 de 80 juegos y todos los partidos a partir de los cuartos de final.
El año pasado, en una entrevista con la AFP, el jefe de la MLS, Don Garber, prometió que el torneo “establecería nuevos estándares para futuras Copas del Mundo”.
“Tenemos las instalaciones, tenemos el mercado y tenemos apoyo”, aseguró.