El luso suma un solo gol y ninguna asistencia en los dos meses que han transcurrido desde su vuelta tras lesión y empieza a escuchar ciertas críticas.
Se han cumplido seis meses desde la llegada de Joao Félix al Atlético de Madrid y el luso vive su momento de mayor duda. El portugués pasó por la Supercopa de España frente a Barcelona y Real Madrid sin pena ni gloria y eso ha desatado una serie de críticas.
Su llegada ilusionó y más tras una fantástica pretemporada cuyo punto álgido fue en aquel 3-7 frente al Real Madrid en Estados Unidos.
Tras un arranque brillante con una grandiosa jugada ante el Getafe que maravilló a la afición, llegó el titubeo en los siguientes partidos donde el aficionado siempre se quedaba con gana de más. Se esperaba más de él pero más allá de destellos fugaces de calidad no cuajó buenos partidos. Ni Juve, ni Real Madrid, ni Valencia, tres partidos de esos que los aficionados marcan en su calendario, sirvieron para que el luso sacara su calidad y sacara de las dudas a su afición.
Cierto es que tras su lesión frente a los ché llegó una sequía rojiblanca, algo que mejoró con la vuelta de Joao Félix, pero lo cierto es que desde aquel 23 de noviembre solo un gol en diez partidos. Tampoco asistencia alguna.
Simeone ha probado a dejarle en la mediapunta, su lugar favorito en el campo, posición que ha alternado con Correa… pero ni por esas. Incluso le ha quitado ese cartel de ser siempre el cambiado y permitirle casi acabar todos los partidos pese a saber que su gasolina no es suficiente para aguantar la intensidad de un estilo de juego como el rojiblanco.
Pero es joven, tiene solo 20 años, y una segunda vuelta por delante donde poder demostrar que el Atlético no se equivocó al ficharle.
A otros grandes jugadores, como a Griezmann, le costó mucho entrar acoplarse al equipo, pero acabaron triunfando. A ello se aferra Joao Félix, Simeone y la afición del Atlético.