EN LA TRANSMISIÓN del pasado viernes oímos de boca del narrador Rafael Rodríguez “El Conejo”, el llamado solidario que hacía al aire a través del micrófono de Imaginación 96.1 FM como emisora matriz, a todas las personas de buen corazón para que se unieran a la causa de su cuñada, la señora Elizabeth, esposa de Marco Aurelio Rodríguez, su hermano y también locutor, quien requiere de una operación de la columna, muy costosa por cierto, pues de no hacérsela corre el peligro de quedar inválida para toda su vida. LA INTERVENCIÓN quirúrgica está por el orden de los 4 millones de bolívares, dinero que no tiene la familia de Marco Aurelio Rodríguez, por ello el llamamiento de Rafael para que el pueblo del Táchira se una a esta causa, el espaldarazo a un ser humano que hoy atraviesa por este difícil momento. HOY POR mí mañana por ti, reza el viejo adagio, que es precisamente lo que espera esta joven colonense de quienes habitamos en este pedazo de la geografía tachirense.
LA CAPACIDAD Y conocimientos en materia de ciclismo de Iván Alirio Ramírez, dentro del comentario, y de Alfredo Castro como narrador, es bien conocida aquí y allende las fronteras patrias, lo cual resulta un orgullo tenerlos unidos nuevamente a través de las ondas hertzianas de la querida emisora Ecos del Torbes, la decana de las transmisiones de radio de la Vuelta al Táchira en Bicicleta. ADEMÁS DEL binomio Ramírez-Castro, también están inmiscuidos en esta transmisión de la “Predilecta”, la voz grave de Jesús “El Chui” Pineda, quien vino desde su búnker en Ciudad de Guatemala, donde está laborando hace más de un año, y los comentarios de Wilmer Ramírez, colega que en su labor periodística cuenta la historia de la Vuelta, lo que ha sido esta competencia desde su nacimiento en 1966 y, como si fuera poco, la presencia del interminable Guillermo “El Guillo” Villamizar, un acucioso hombre que sabe mucho de números en esto de las carreras por etapas. MERECE TAMBIÉN el reconocimiento Enrique José Urbina, quien después de la partida de J. J.Mora, se ha convertido en el gran máster de la estación en su sede en el Barrio Obrero. ENHORABUENA el regreso de la legendaria estación que por muchos años tuvo como búnker la “vieja casona” de la calle 9, entre carreras 8 y 9 del centro de la ciudad y ahora en el final del Pasaje Acueducto del Barrio Obrero, una cuadra abajo del Monumento de los italianos.
EN EL PLANO competitivo, alegra de verdad que a la Vuelta al Táchira asistan jóvenes figuras, como es el caso del neogranadino Iván Ramiro Sosa, que pese a tener apenas 19 años, con apenas un año de experiencia en territorio europeo, esté mostrando en las carreteras tachirenses de todo el caudal de categoría con que cuenta. BIEN LO dijo el colega periodista Jairo Enrique Rodríguez, quien está próximo a cumplir 30 años de venir al Giro Andino en forma consecutiva: “estamos en presencia del nacimiento de una nueva figura del ciclismo de ruta de Colombia, un émulo de Nairo Quintana y de otros corredores de la nación neogranadina que ahora se muestran en el ciclismo europeo en gran forma”. GIANNI SAVIO, descubridor de este jovencito, ha sido claro en señalar que aún le falta mucha experiencia para ganar una carrera de tanta categoría como la Vuelta al Táchira; no obstante, cuando restan apenas dos etapas y separado a una diferencia de menos de dos minutos en relación al líder Jonathan Salinas, todo apunta a que pudiera ser el gran batacazo del giro tachirense, emular lo hecho por Freddy Vargas en 2002, cuando se coronó campeón en condición de debutante. EL SOLO hecho de haberse tuteado el pasado viernes en la empinada etapa con final en la Casa del Padre, irse en solitario rumbo a la meta restando apenas 5 kilómetros para el final, no es más que la ratificación que se está en presencia de un futuro corredor de grandes quilates. PERO INDEPENDIENTEMENTE como termine en la clasificación general, la afición del Táchira debe estar satisfecha por haber visto en su Vuelta a un rutero de esta estirpe, con un futuro realmente halagador en las lides del ciclismo internacional. EN la gráfica de Jorge Castellanos, el joven corredor neogranadino, a la derecha, junto a José Rujano.
(Homero Duarte Corona)