MODIIN, Israel, 11 Mar 2017 (AFP) – Si se pregunta a un israelí que señale el campo de béisbol más cercano, lo más probable es que levante los hombres en señal de desconocimiento. Pero la proeza del equipo nacional en el Clásico Mundial (WBC) ha incrementado la popularidad de este deporte en el país.
En su primera participación en el Clásico, una de las más importantes competiciones internacionales, Israel dio la sorpresa al alcanzar la segunda ronda, provocando la atención de los medios nacionales e internacionales.
“En Estados Unidos nos hemos convertido en la niña bonita de la WBC”, señala entusiasmada la secretaria general de la asociación israelí de béisbol, Margo Sugarman.
“Estamos completando actuaciones de las que todo el mundo habla”, añade.
Israel, que cuenta con menos de 1.000 jugadores en el país, superó el lunes en Seúl a Corea del Sur. Luego las victorias ante Taiwán y Holanda le permitieron completar la clasificación para la segunda ronda.
Ahora le esperan otros dos grandes naciones de béisbol, Japón y Cuba. “David contra Goliath”, describe Sugarman, así como los medios que cubren este torneo.
Además de por su destacada actuación, la ‘cenicienta’ de la competición ha dado que hablar porque únicamente cuenta en sus filas con dos ciudadanos israelíes.
El resto son judíos estadounidenses que son elegibles al haber optado por la nacionalidad israelí, como permite el reglamento de la WBC.
La secretaria general sortea las críticas recordando que los otros equipos también cuentan con estadounidenses.
“El torneo está hecho así para ofrecer más oportunidades a los pequeños países”, explicó a la AFP.
Primeros pasos
Aunque esperaba una repercusión mayor por la actuación en la competición, Sugarman reconoce que el béisbol únicamente está dando los primeros pasos en Israel, donde la asociación existe desde hace tres décadas, pero es la primera vez que envía a un equipo para la WBC, que se disputa cada cuatro años.
Los numerosos reportajes sobre el equipo no han provocado la fiebre esperada en Israel por el béisbol. Los partidos no se ofrecen por televisión y los aficionados deben acudir a internet para seguirlos.
En Modiin, una ciudad del centro de Israel donde viven numerosos emigrantes del norte de América, los jóvenes del equipo local buscan rivalizar con sus camaradas de Jerusalén. En el terreno de juego se habla inglés.
“Muchos de mis amigos no conocen realmente este deporte, aunque han escuchado algo en los medios israelíes”, señala el entrenador David Edery.
Pero según varios especialistas la epopeya del equipo nacional está cerca de finalizar.
“Cuba y Japón (con los que Israel jugará en la segunda ronda) son pesos pesados del béisbol”, explica Asaf Rothem, comentarista deportivo de Channel 5.
Sugarman, por su parte, cree que han sentado las bases para hacer despegar al béisbol: “Creando el interés e implicando a más gente, en cuatro años podemos tener seis o siete jugadores israelíes en el equipo en lugar de dos”.