Luego de pasar ocho de los 30 meses de su condena por fraude fiscal en dos cárceles de Inglaterra, Boris Becker fue liberado y deportado a Alemania donde podrá estar cerca de su madre y de su pareja, Lilian de Carvalho Monteiro.
Tras este paso por prisión, el extenista habló de su experiencia como recluso y reveló que ha llegado a recibir amenazas de muerte.
“Un preso llamado John me decía que si no hacía esto o aquello, me mataría. Lo había probado con otros”, comentó de entrada el alemán en declaraciones para el medio germano Sat1.
“Conocí en confianza a tres presos que me salvaron la vida. En octubre, otro preso quería matarme y me explicó exactamente cómo lo iba a hacer. Por suerte tenía el apoyo de esos tres compañeros y este preso vino a disculparse”, agregó.
Por su parte, aseguró que su estancia en prisión fue de auténtica pesadilla: “Tenía dos grandes preocupaciones, una celda compartida, estaba jodidamente asustado, y también ducharme. Las películas no me ayudaron cuando ves el jabón cayendo al suelo”.
Además, señaló que en prisión hay que cuidarse de sí mismo: “Es extremadamente completa, extremadamente sucia, extremadamente peligrosa, con asesinos, ofertas sexuales, tráfico de drogas, conoces todo tipo de cosas… Sales de tu celda y tienes que cuidar de ti mismo porque los guardias no lo hacen por ti”.
Por último, confesó que el entrenador de Liverpool, Jurgen Klopp, quiso ir a visitarlo, pero que rechazaron su visita: “Soy muy buen amigo de Jürgen Klopp y quería venir a visitarme. Le di los nombres al gobierno, luego vino la respuesta de que Jürgen no podía visitarme porque es demasiado famoso”.