El peluquero favorito de Cristiano Ronaldo durante años, Ricardo Marques Ferreira, fue encontrado muerto en una habitación de hotel de la ciudad suiza de Zúrich.
Fue una empleada de la limpieza quien encontró el cadáver, en medio de un escenario de sangre, como si la más terrible pesadilla de Halloween se hubiera hecho tristemente realidad.
Al respecto, las primeras pesquisas policiales arrojan resultados dantescos: el ciudadano natural de Madeira, como el propio jugador, había recibido varias cuchilladas y todo estaba en desorden.
Se da la circunstancia de que el estilista residía en Zúrich desde hace dos años. Al parecer, había concertado una cita con un “amigo” en el establecimiento de la calle Letzigraben, un encuentro que acabó en discusión y en un infierno de atrocidad.
Marques Ferreira, de 40 años, era muy conocido en Portugal porque no solo trabajó para Ronaldo sino también para numerosas actrices y cantantes lusas. Por esta razón, se le apodaba “el peluquero de las estrellas”.
El desenlace fatal sobrevino después de que una riña llevase a varios clientes del hotel, ubicado en una zona conflictiva de la ciudad suiza, a quejarse a la recepción.
La consecuencia inmediata fue que se requirió la presencia de una patrulla policial, dado que además se oían gritos provenientes de la habitación, en vista de que se debió producir una violenta discusión entre ambos hombres.
El posible móvil del crimen del peluquero de Cristiano Ronaldo
A pesar de que Ricardo Marques llevaba más de 20 meses residiendo en territorio helvético nunca antes se le había visto por los alrededores del hotel. Sin embargo, la investigación destapó que se hallaba en el establecimiento desde hacía una semana, lo que apunta a un descenso del hombre portugués al “underground” de prostitución y tráfico de drogas que afecta a este y otros puntos de la ciudad.
Según informaron los medios locales como el Correio da Manha, Ferreira se había recepcionado hace una semana en este alojamiento, el cual se encuentra en los suburbios de la ciudad, rodeado de un clima hostil en el que habita la inseguridad y el narcotráfico.
El fuerte olor a alcohol no tardó en llamar la atención tanto de la mujer que se encargaba de la limpieza y abrió la puerta tras las denuncias como de los agentes que se personaron en el lugar del crimen.
De momento, la policía mantiene abiertas diversas líneas de hipótesis, al tiempo que la comunidad portuguesa de Zúrich quedó conmocionada ante la brutalidad de los hechos que han salido a la luz.