Hoy Virgil van Dijk (Breda, 27 años) es el segundo defensa más caro de la historia del fútbol, sólo superado por Lucas este pasado mes de marzo. “El mercado es así. Lo siento, no tengo la culpa de haber costado 78 millones de euros”. Destacó en el WDS y fichó por el Willem II; destacó en el Willem II y fichó por el Celtic; destacó en el Celtic y fichó por el Southampton; deslumbró en el Southampton y los grandes clubes de la Premier comenzaron a perder la cabeza por él. El Manchester City perdió la batalla con el Liverpool. A los veintisiete, se ha convertido en el mejor jugador de la Premier.
John van den Berg fue uno de los entrenadores de Van Dijk en el WDS de Breda, donde dio sus primeras patadas: “A pesar de mis entrenamientos, ¡lo consiguió! Cuando tenía siete años ya era el más grande y fuerte. Podía dirigir el juego y cuidar de todo. Psicológicamente siempre estuvo por encima de cualquier compañero o rival”.
Hace diez años, el central de Klopp trabajaba como ayudante de cocina en el Oncle Jean de Breda, lavando platos: “¿75 millones? Se-ten-ta y cin-co millones. Sigo sin creérmelo, es absolutamente increíble”, respondió Jacques Lips, su jefe en el restaurante.
“Su padre solía venir a recogerle después de trabajar. Era un gran empleado. Siempre estaba aquí las noches más duras de la semana. Solía decirle que lavase más platos y dejase de intentar ser profesional, aquí al menos tenía la oportunidad de ganar algo de dinero”. Ahora cobra cerca de diez millones al año. Se alegrará muchísimo de haber ignorado a su jefe.
AS