A estas alturas resulta ya innegable que entre James Rodriguez y Shannon de Lima existe una amistad muy especial. Por si su interacción en la esfera virtual o los mensajes que la modelo ha intercambiado con la hermana del futbolista en Instagram o las fotografías de su viaje a Tel Aviv que trascendieron el pasado septiembre no fueran prueba suficiente, este fin de semana la pareja asistió a la final de la Copa Libertadores en el estadio Santiago Bernabéu.
Aunque no llegaron a besarse, a lo largo del partido la exmujer de Marc Anthony y el deportista se mostraron muy cómodos el uno al lado del otro, intercambiando comentarios al oído y observando juntos uno de sus teléfonos móviles.
Esas imágenes parecen haber llegado ahora a ojos de Daniela Ospina, la exmujer de James y madre de su única hija. La versión oficial es que el antiguo matrimonio mantenía una relación muy buena desde su separación en verano del año pasado por el bien de su pequeña Salomé y el jugador Bayern de Munich apareció incluso en uno de los anuncios de la marca deportiva de su ex tras hacerse pública su ruptura.
Sin embargo, el mensaje que publicó Daniela en la sección Stories de su cuenta de Instagram al poco de difundirse las imágenes del padre de su pequeña acompañado de Shannon ha hecho pensar a muchos que esa cordialidad no sería real o habría llegado a su fin en algún momento del pasado cercano.
“¿De qué sirve brindar a los hijos todos los caprichos, si no les brindamos una verdadera familia?”, reza la frase del popular astrónomo Javis Predice que ella quiso incorporar a su perfil añadiéndole un comentario de su propia cosecha: “No más”.
Esa publicación ya ha desaparecido del Instagram de la diseñadora y ninguno de los implicados en la historia se ha pronunciado al respecto: ella ha seguido promocionando su línea deportiva, sus colaboraciones como imagen de otras marcas y su trabajo humanitario, mientras que James y Shannon han optado por seguir abrazando un perfil discreto en esa plataforma.