Las cosas no siempre salen como uno las espera. Las ganas, el sacrificio y las intenciones no siempre obtienen el resultado esperado y para ejemplificarlo está un joven alemán, seguidor del Hastedt, que no tuvo crédito por su esfuerzo de ver a su equipo.
Durante un partido de la Copa de Alemania, el Hastedt se enfrentó al Borusia Monchengladbach, de la Primera División, y el pequeño estadio en donde jugaron no le dejó lugar al ya mencionado hincha local.
¿Qué hizo? Para no perderse el compromiso se subió a un árbol detrás de una grada, aunque su equipo del alma no pudo retribuirle el esfuerzo: perdió 11-0 y quedó eliminado.