Alejandro Marqués nació con y para el fútbol. Apenas tenía tres años cuando se dio cuenta de la pasión por el balón, y a los cinco empezó a dar los primeros pasos, en la Brasil Soccer School, bajo la mirada atenta de sus padres, luego pasó por otros equipos y selecciones importantes, entre las más destacadas la de Talentos de Franco Rizzi, el Real Sport, hoy en día Deportivo La Guaira de la Primera División, y la selección nacional Sub-15.
Muy temprano se enamoró de la red contraria, la hizo “su novia”, se le metió entre ceja y ceja, haciéndola su gran aliada gracias a los goles, una cosecha que pese a tener apenas 17 años cada día va en aumento, primero en Venezuela y ahora en el filial del club Barcelona de España, un futuro artillero del balompié universal.
A los 13 años, con un futuro sencillamente halagador por todo lo que enseñaba en los campos de juego, emigró a España, al lado de su padre, de origen ibérico, quien decidió regresar a sus ancestros y junto a su familia aterrizó en Cataluña.
Sus primeros pasos en territorio catalán los dio con el Espanyol, con quien trabajó durante una temporada, de allí se marchó al Unión de Fútbol Base Jábac Terrasa, donde no paró de llamar la atención merced de su calidad goleadora, que lo llevó a fichar con el Barcelona en la Ciudad Candal.
En principio llegó para reforzar al Juvenil B del equipo blaugrana, dando muy pronto el salto a la categoría superior e incluso ya debutó en la UEFA Youth League, tomando parte en par de encuentros, contra Juventus y Sporting de Portugal. Ya el delantero venezolano ha entrenado con la filial y el gran sueño de vestir la casaca del primer equipo, al lado de Messi y el resto de luminarias con que cuenta el Barcelona, parece un poco más cerca.
Ojos del mundo puestos en Marqués
Los dos goles anotados por el atacante caraqueño, de 1,90 de estatura, en la final de la Youth League, donde el Barcelona le pasó por encima al Chelsea por 3-0, lo dan a conocer en el universo del balompié y con una serie de retos por delante.
De cara al futuro, el tener los pies sobre lo tierra, Alejandro Marqués quiere llegar a ser figura en el mundo del fútbol, pero para ello debe trabajar el día a día, sin que le suban a la cabeza las loas, los elogios de la crítica mundial.
El jugador criollo debutó con el segundo equipo del Barcelona esta temporada; no obstante, apenas ha tenido minutos ante el Lorca y Osasuna. Por el momento, de mantenerse su equipo en la Segunda División, quiere ser fijo, titular en cada compromiso. En el supuesto que descienda, entonces buscará cupo en otra liga de primer nivel en Europa.
En agosto arribará a 18 años y su gran meta es firmar su primer contrato como profesional con miras a la próxima temporada. La tarea a enfrentar no es nada fácil, todo dependerá de que su rendimiento vaya en aumento.
Después del subtítulo alcanzado por la Vinotinto en el Mundial Sub-20 de Corea del Sur en 2017, Alejandro Marqués quiere ser internacional, vestir la casaca de la selección Venezuela en el Mundial de Qatar. Calidad, ganas y agallas tiene este profanador de las redes contrarias del fútbol juvenil internacional para ser figura en una Copa Mundo, que ojalá sea dentro de cuatro años, con la Vinotinto de mayores asistiendo por primera vez a una justa universal después de casi un siglo de espera.
Homero Duarte Corona