Hasta ahora, el entrenador argentino Marcelo Bielsa no ha conseguido encontrar la fórmula para hacer brillar al Lille, decimosexto tras cinco jornadas de la Ligue 1 francesa y que comienza a preguntarse cuánto tiempo es necesario para que se noten sus efectos.
El sábado, en Guingamp, el Lille tendrá una nueva oportunidad para empezar a despertar. Todo había comenzado sin embargo bien para el ‘Loco’, con una victoria 3-0 sobre el Nantes en la primera jornada, pero desde entonces el balance es muy negativo: dos derrotas y dos empates ante equipos teóricamente inferiores, con la excepción del cosechado ante el Burdeos (0-0).
El Lille está por ahora lejos de las ambiciones de la dirección para este curso 2017-2018: “El objetivo debe ser claramente entrar en el top 5”, afirmaba el propietario del club, Gerard Lopez, a finales de julio, en una entrevista con la AFP.
Los hinchas del Lille se consuelan tras este decepcionante inicio de temporada con una circunstancia: a los equipos que entrena Bielsa a veces les cuesta el arranque de curso, hasta que los jugadores se adaptan bien al método estajanovista del argentino.
¿Bilbao o Marsella?
En su arranque al frente del Athletic de Bilbao en la campaña 2011-2012, su equipo únicamente sumó dos puntos en cinco jornadas.
Bielsa se vio entonces cuestionado e incluso la dirección del club vasco tuvo que salir en su defensa públicamente. Después los bilbaínos remontaron y tuvieron un gran final de curso, disputando dos finales -perdidas, eso sí- en la Europa League y la Copa del Rey.
En la Liga el equipo quedó en décimo lugar, una posición no del todo satisfactoria. El segundo ejercicio fue por contra más difícil para él y dejó a los ‘Leones’ en 2013.
En el Marsella, en la 2014-2015, el despegue del equipo fue mucho más rápido, aunque también tras un inicio que disparó algunas alarmas.
El Olympique registró dos primeras decepciones, en Bastia (3-3) y luego en casa contra el Montpellier (0-2), antes de encadenar ocho victorias seguidas. El Marsella se puso líder del campeonato y se llevó el título honorífico de vencedor de la primera vuelta del campeonato, antes de un final de curso menos fructífero, que dejó al equipo al pie del podio.
Bielsa, de 62 años, prefiere no utilizar los precedentes del pasado para defender su labor en el Lille. En conferencia de prensa opta por asumir toda la responsabilidad de estas primeras semanas, que no han cubierto las expectativas.
“Sinceramente, creo que no debería ni siquiera formar parte de la Ligue 1 ya que hay entrenadores franceses que no están al frente de un equipo y que son mejores que yo”, llegó a decir este jueves. “Por ejemplo, Laurent Blanc no está al frente de un equipo y creo que Laurent Blanc es mejor que yo”, afirmó sobre el extécnico del París Saint-Germain y la selección francesa.
La autocrítica forma parte del carácter de Bielsa, que en Francia tiene reputación de hombre de “todo o nada”. Algunos le siguen defendiendo vehementemente, alabando su juego ofensivo, su ciencia táctica y su personalidad en las ruedas de prensas, mientras que otros critican su imprevisibilidad y recuerdan un palmarés demasiado modesto para el prestigio que atesora.
Ha ganado tres campeonatos argentinos (1991, 1992, 1998) y una medalla de oro olímpica con la Albiceleste (2004). En otras grandes finales se quedó a las puertas.
El Lille todavía está lejos de esas aventuras, pero urge empezar a cambiar el rumbo.
(AFP)