A punto de cumplirse dos años del escándalo que llevó a la cárcel a la plana mayor de la Conmebol, uno de sus vicepresidentes, Laureano González, principal candidato a presidir la FVF, admite que no es fácil limpiar la imagen del organismo, aunque sostiene que las reformas hechas auguran transparencia.
González sabe que el eco del ‘FIFA Gate’ aún resuena, y piensa que ante ello la consigna es someterse continuamente al escrutinio público.
“La nueva Conmebol ha tenido una tarea muy dura: reconstruir su imagen. Recordemos que el (antiguo) presidente, más el sustituto y el sustituto del sustituto, Nicolás Leoz, Eugenio Figueredo y Juan Ángel Napout, están presos; y que los diez presidentes que había en las federaciones están presos y enjuiciados. Entonces, no es fácil”, dijo González en entrevista con la AFP.
“Tenemos que trabajar con cara a la calle, con mucha transparencia, porque lo que ocurrió en el fútbol, tanto a nivel de FIFA como a nivel de Conmebol y de las federaciones, no se puede repetir”, añadió el dirigente, de 68 años.
El 27 de mayo de 2015 fueron arrestados en Suiza ocho jerarcas de la Confederación Suramericana de Fútbol (Conmebol), entre ellos Rafael Esquivel, y la Concacaf (Confederación de Norte, Centroamérica y El Caribe), a solicitud de la justicia estadounidense.
La polémica escaló con nuevas detenciones y llegó a la FIFA, costándole la presidencia a Joseph Blatter, sucedido por Gianni Infantino el 26 de febrero de 2016. Un mes antes, el paraguayo Alejandro Domínguez había sido elegido presidente de la Conmebol.
Bajo las gestiones de Infantino y Domínguez, asegura González, “se han hecho reformas muy importantes para tener mayor control en materia de transparencia y gobernanza”. Ambos organismos impusieron límites a los períodos de sus dirigentes y crearon instancias para reforzar su auditoría interna.
“La Conmebol fue víctima de sus administradores (…). No es el fútbol el culpable. Las estructuras del fútbol no dicen que usted va a ser un corrupto, dicen que usted debe tener un comportamiento ético”, manifestó el jefe de la FVF, que aspira a reelegirse como presidente de la FVF para el período 2017-2021.
Las elecciones se realizarán mañana, entre denuncias de irregularidades en la selección de los delegados que votarán en representación de asociaciones regionales, clubes, jugadores, entrenadores, árbitros y el fútbol femenino.
El exseleccionador venezolano, Richard Páez, se perfilaba como el principal contrincante de González, pero se retiró, calificando los comicios como “un circo” por amaños que a su juicio vician el proceso.
El periodista y exfutbolista Tony Carrasco y el dirigente de divisiones menores Antonio Cabrujas serán los rivales de González, quien defiende el proceso y espera que permita superar el golpe del ‘FifaGate’. “El objetivo es darle estabilidad a la FVF”, señaló.
“No es fácil reconstruir imagen de Conmebol”
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