Tras la emisión por la cadena ADR de Alemania de un documental llamado “Dopaje ultrasecreto: el oscuro mundo el atletismo”, que señalaba que Rusia había institucionalizado el dopaje para favorecer a sus atletas, la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) creó una comisión para investigar los hallazgos.
“Son verdad”, expresó en 2015 el presidente de la comisión y expresidente de AMA, Richard W. Pound, al referirse a las revelaciones en las que se denuncia que funcionarios de la Federación Rusa de Atletismo y del laboratorio antidopaje de Moscú aceptaron sistemáticamente dinero de atletas para suministrar sustancias prohibidas y encubrir los resultados de controles.
En su momento, la AMA recomendó a la IAAF suspender al organismo ruso, así como retirar la acreditación del laboratorio antidopaje de Moscú.
El informe de la comisión también acusa a los servicios secretos rusos de intimidación y recomienda la suspensión de por vida por dopaje de cinco atletas y cinco entrenadores.
Tras el revuelo causado por el documento, el gobierno de Vladimir Putin, a través del ministro de Deportes de Rusia, Vitaly Mutko, rechazó las conclusiones de la AMA y negó cualquier implicación en el caso.
Medallas empañadas
Uno de los autores del informe, el abogado deportivo Richard McLaren, considera que la investigación muestra “una escala diferente de corrupción” a la que sacudió a la FIFA o al COI, ya que en este caso influyó directamente en los resultados de las competencias internacionales de atletismo.
Fue el caso de la corredora Liliya Shobukhova, ganadora tres veces del maratón de Chicago y una del de Londres.
En el documental, Shobukhova dice haber pagado unos US$500.000 a la federación de su país para encubrir un resultado positivo en un control antes de los olímpicos de la capital británica.
Sus compatriotas, Mariya Savinova y Ekaterina Poistogova, medallas de oro y bronce en los 800 metros planos en Londres, también fueron implicadas, al igual que Anastasiya Bazdyreva, Kristina Ugarova y Tatyana Myazina.
Londres 2012 “fue saboteado” por la “generalizada pasividad” de la federación rusa y de la IAAF contra los atletas rusos sospechosos de dopaje, fue una de las conclusiones del informe.
“Deja al atletismo en una peor situación a la que se encuentra el fútbol y los casos de corrupción de la FIFA”, considera el especialista de deportes de la BBC, Ben Sutherland.
En el caso del balompié, no hay indicaciones que lo hecho por los directivos haya afectado a lo sucedido en el terreno de juego, pero en el atletismo si afectó los resultados en la pista.
“El informe es absolutamente condenatorio”, agregó Sutherland.
“Dice que lo atletas se dopaban conscientemente, que sus entrenadores les proveían las sustancias y que los funcionarios les avisaban cuando iban a ocurrir los controles”.
A esto se agrega el conocimiento y la permisividad del Estado rusoque, según Pound, “ciertamente sabía” de lo que estaba ocurriendo.
“Peor de lo que pensábamos”
Durante la investigación, la comisión de la AMA encontró evidencia que muestra la implicación del servicio de inteligencia ruso, FSB.
“Es muy perturbador –dijo Pound–, peor de lo que pensábamos”.
Según el documento, agentes del FSB espiaban al laboratorio antidopaje ruso durante los pasados Juegos de Olímpicos de invierno en Socchi haciéndose pasar por ingenieros, práctica que “no es posible no supiera” Mutko, quien presuntamente daba órdenes directas para “manipular algunas muestras”.
El ministro de Deportes, que también es miembro del Comité Ejecutivo de la FIFA y lidera la organización de la Copa del Mundo de Rusia 2018, negó las acusaciones cuando fue consultado por la comisión de la AMA, además de no conocer el chantaje de atletas o la interferencia de agentes del FSB en el laboratorio.
Por su parte, la federación rusa acusó a la AMA de eludir protocolos establecidos referentes al dopaje.
En el texto también se identifican “fallos sistemáticos” de la IAAF que impiden la implementación de un programa antidopaje “efectivo”.
Ahora decenas de atletas rusos de alto nivel esperan la decisión de cada una de las federaciones internacionales, que escogerán quiénes podrán participar en Río 2016.