El dominicano Domingo Germán lanzó el primer juego perfecto en las Grandes Ligas desde el 2012 en la victoria de Yanquis por 11-0 sobre Atléticos la noche del miércoles en el Coliseo.
Fue el cuarto juego perfecto en la historia de la franquicia y el primero desde David Cone contra Expos en 1999.
“Me siento bien feliz”, exclamó Germán. “Bien emocionado, bien feliz… Realmente no hay mucho que pueda decir”.
Después de permitir 17 carreras (15 limpias) en 5.1 innings en sus dos salidas anteriores, Germán llegó al encuentro del miércoles con la posibilidad de hacer el tipo de historia que nadie quiere: Si volvía a permitir siete o más rayitas, se hubiese convertido en el quinto pitcher de Yanquis al que le hacen siete o más anotaciones en tres partidos consecutivos.
En cambio, Germán rompió una racha de otro tipo con su noche histórica. Atléticos no había sido dejado sin hit ni carreras desde el 13 de julio de 1991, en un esfuerzo combinado de cuatro lanzadores de Orioles. Esa era la racha activa más larga en las Mayores.
Es el 24to juego perfecto en la historia y el primero desde que el venezolano Félix Hernández lanzó uno el 15 de agosto de 2012, contra Rays en Seattle.
¿La última vez que un lanzador contrario fue perfecto contra Atléticos? El 5 de mayo de 1904, cuando Cy Young lo hizo para Boston Americans contra Atléticos de Filadelfia.
El nicaragüense Dennis Martínez es el otro lanzador latinoamericano que ha conseguido tal hazaña en las Mayores. Lanzando para Expos, “El Presidente” lo logró el 28 de julio de 1991 contra Dodgers en el Dodger Stadium de Los Ángeles.
Germán se une a Cone, David Wells (17 de mayo de 1998 contra Mellizos) y Don Larsen (8 de octubre de 1956, en el Juego 5 de la Serie Mundial contra Dodgers de Brooklyn) como lanzadores de los mulos que han lanzado juegos perfectos.
“Cuando el muchacho entra en ritmo de esa manera, es simplemente bien divertido ver cómo utiliza su material”, declaró el piloto Aaron Boone.
“Es buenísimo a la hora de comandar todos sus pitcheos. Su curva estuvo genial hoy. Pero debido a que su cambio y su recta también estuvieron bien, hizo que su curva fuera aún más especial”, añadió.
“De hecho yo estaba bien tranquilo en la cueva. Simplemente disfruté de ver cómo lanzaba una obra maestra”, contó.
La gran noche de Germán comenzó con un hito en su carrera, su ponche número 500, que tal vez insinuó las cosas buenas que estaban por venir.
El lanzador derecho de 30 años no pareció perder el ritmo durante toda la noche, incluso cuando Yanquis bateó en una quinta entrada de seis carreras que duró más de 20 minutos. Germán superó la parte baja de ese acto con 10 lanzamientos, mostrando una notable eficacia que duró hasta el último out.
Germán necesitó sólo 99 lanzamientos para sacar los 27 outs, ponchando a nueve bateadores.
Ningún perfecto estaría completo sin una jugada crítica para preservarlo, y Anthony Rizzo proporcionó precisamente eso para Yanquis cuando se lanzó hacia su izquierda para detener un rodado a 106.5 mph salido del bate de Seth Brown en la parte baja de la quinta.
Rizzo lo atrapó y le pasó la bola a Germán para el out en la inicial.
“Sabía que era una jugada fantástica de parte de Rizz”, elogió el receptor Kyle Higashioka. “Pensé que había sido un batazo bien duro. … no tenía un buen ángulo para ver la jugada, pero vi cómo se lanzó por la bola. Estamos hablando de un primera base ganador del Guante de Platino”.
Rizzo también hizo una buena atrapada para quedarse con un tiro del tercera base Josh Donaldson al final de la octava entrada, estirándose hasta quedar del otro lado de la base, pero logrando mantener su pie haciendo contacto con la almohadilla para retirar a Jonah Bride.