Logan Paul vuelve a dar que hablar. En esta ocasión, tras caer en una millonaria estafa a través de Internet con la que ha perdido la estratosférica cifra de, nada más y nada menos que, 3.5 millones de dólares. Él mismo ha querido relatar la terrible experiencia en su canal de YouTube donde se lamenta de lo ocurrido y sin creer todavía cómo pudo ser víctima de semejante engaño.
El controvertido ‘youtuber’, que cuenta con más de 23 millones de seguidores, explica cómo hace unos días llevó a cabo una compra a través de Internet de «la única caja auténtica y sellada” que todavía existe de la primera edición de cartas de ‘Pokémon’. A pesar de la advertencia de muchos de sus fans de que podría tratarse de un fraude, el creador de contenidos siguió adelante con su idea de adquirir esa anhelada reliquia.
Cuando recibió la caja, el estadounidense se llevó la desastrosa sorpresa de que en su interior no se encontraban las esperadas cartas de la primera edición de la popular serie de videojuegos sino sobres de cartas de G.I. Joe. “Este es el mayor fraude de la historia de ‘Pokémon’”, se atrevió a decir uno de sus seguidores de manera casi inmediata. Según explica Logan Paul, la autenticidad de la caja había sido verificada previamente por una tienda de coleccionismo sin mucha experiencia en esta franquicia.
Muchos de sus seguidores no entendían por qué Logan Paul no contactó previamente con alguna comunidad con conocimiento sobre el mundo ‘Pokémon’. Incluso el portal de cartas ‘Pokémon Pokébeach’ se ofreció para que varios de sus miembros expertos le asesoren en futuras compras: “No dudes en ponerte en contacto con nosotros si te tomas en serio el coleccionismo”.
¿Final feliz?
Después de varias horas de mucho revuelo, algunos usuarios de las redes sociales apuntan a que Logan Paul podría haber recuperado los 3.5 millones de dólares perdidos en la estafa. Según indica un tuitero, el hombre que vendió la supuesta caja de cartas habría devuelto la cantidad íntegra al popular youtuber. Además, el presunto estafador explica que él también habría sido víctima de un engaño al comprar el objeto en una conocida plataforma de pujas por 72.000 dólares.
