Rojas se vio la cara con su más acérrima oponente, la colombiana Caterine Ibargüen, quien en los pasados Juegos Olímpicos de Río 2016 se quedó con la medalla de oro, mientras que a la criolla le tocó conformarse con un honroso segundo lugar, colgándose la presea plateada.
Esta vez la saltamontes venezolana tomó revancha de las olimpiadas y registró un salto con una distancia de 14.84 metros, lo suficiente para ubicarse encima de la neogranadina, principal oponente de la atleta bolivariana, la cual solo saltó 17.78 metros.
Finalmente la serie de Yulimar quedó dividida en fouls de 14.76, 14.08, 14.84, 14.82 y 14.65, siendo el tercer salto el de mayor longitud, insuperable para sus rivales. Este logro enorgullece y le redondeó al país un día como lo fue ayer, siendo el deporte la materia que está dándole alegría a la patria en estos momentos de tensión social.
Seguro estaremos que esta no será la última vez en que Rojas e Ibargüen se vuelvan a medir, un duelo en el Salto Triple similar al que llevan en el fútbol Ronaldo y Messi. Poco a poco irán preparándose y participando en certámenes intermedios que les vayan sirviendo de fortaleza para llegar en las mejores condiciones a los próximo Juegos Olímpicos, a efectuarse en la ciudad de Tokio 2020, capital de Japón. (Favio Hernández)
