La Vuelta al Táchira en Bicicleta nació para quedarse: más de medio siglo dando de qué hablar en el contexto nacional e internacional, presentando en cada edición a los ruteros más connotados de América y Europa.
Con altas y bajas, el magno evento criollo hace rato se puso los “pantalones largos”, ya tiene un nombre bien ganado allende las fronteras patrias, respetado por los más eruditos en la materia, una seriedad y profesionalismo a toda prueba.
No necesita carta de presentación el Giro Andino, ni en lo deportivo ni en lo competitivo, basta con revisar la historia y constatar la cantidad de figuras del ciclismo aficionado y profesional que han transitado por las principales carreteras del Táchira y el país en cada edición de la competencia regional.
La parte económica,
piedra de tranca
Hablar, y en este caso escribir, sobre el tema, es llover sobre lo mojado, una y mil veces se ha insistido en la urgencia para lograr que la competencia se autofinancie de una vez por todas, pero sin que se haya alcanzado el objetivo, nadie le ha puesto el cascabel al gato.
En más de medio siglo de largo transitar del evento ciclístico han pasado por lo menos una decena de gobiernos, de la cuarta y la quinta República, con el respaldo económico a la prueba, unos más que otros, convirtiendo a los dirigentes en una especie de pedigüeños, sin proponérselo y que, lejos de beneficiar a la emblemática Vuelta, la ha perjudicado.
Muchos intentos, la promesa de políticos de turno y de quienes en verdad les duele la justa ciclística, para de una vez por todas buscar la fórmula del autofinanciamiento, pero sin que se haya conseguido el objetivo final, solo el amago y la buena intención, para quedar en eso, una especie de “oferta incumplida”.
Desempolvar la tesis del autofinanciamiento viene a colación a raíz de lo sucedido este año con la edición 53ª del Giro Andino, se prometió la presencia de una decena de equipos extranjeros en representación de por lo menos seis u ocho países, para que a la postre los directivos de la Asociación Tachirense de Ciclismo tuvieran que hacer peripecias de cara a cumplir con el número de cinco combinados foráneos que exige la Unión Ciclista Internacional.
El Ministerio del Deporte para el Poder Popular, ente que desde hace casi una década financia la Vuelta al Táchira, no envió los pasajes a tiempo a algunos de los equipos forasteros invitados para la cita deportiva de 2018, trayendo como consecuencia que los ciclistas de República Dominicana, México y Cuba, por solo nombrar tres de las naciones invitadas, se quedaran con las maletas hechas.
Aunado a esta situación, ahora mismo el ente gubernamental todavía no ha cancelado los gastos de la celebración del magno evento del pasado mes de enero. Ante esta disyuntiva viajó a la capital del país William Rodríguez, presidente de la Asociación Tachirense de Ciclismo, para reunirse con las máximas autoridades del Ministerio del Deporte y de una vez por todas finiquitar los compromisos adquiridos con quienes estuvieron inmiscuidos en la competencia del pedal celebrada el pasado mes de enero.
Homero Duarte Corona