El panorama de las aguas abiertas tachirenses está tan turbio y enrarecido como el agua que reposa en el fondo de la fosa Rafael Vidal del parque Metropolitano, lugar en el que la selección venía desarrollando los entrenamientos de cara a los Juegos Juveniles Nacionales, pero que han debido interrumpir justamente por trabajos de mantenimiento.
La para viene luego de que por fin habían vuelto a las prácticas, tras las semanas de receso forzado como consecuencia del clima de manifestaciones sociales que se presentaron en diferentes puntos del estado.
Adalberto Vargas, entrenador de aguas abiertas, en compañía de algunos integrantes de la selección Táchira, denunció la situación e hizo un llamado a las autoridades competentes, en este caso a la Coordinación Andina del Ministerio del Poder Popular para el Deporte (Mindeporte), a fin de obtener una respuesta que solvente el problema.
Los integrantes del seleccionado tachirense de aguas abiertas venían entrenando con total normalidad en la piscina Rafael Vidal hasta el lunes 31 de julio. Al día siguiente, al llegar al lugar se encontraron con la sorpresa de que el nivel del agua en la alberca estaba por la mitad de la misma, aun así llevaron a cabo otra jornada de entrenamiento, pero cuando volvieron el miércoles vieron que la estructura deportiva estaba prácticamente vacía.
Ante este inconveniente, tanto el entrenador como los atletas notificaron la situación y pidieron explicaciones a las autoridades regionales de Mindeporte, sin obtener mayor respuesta, solo asumieron que la piscina “iba a ser lavada”.
“Cuando lavan la alberca es un proceso que lleva muchos días, ya que una sola persona es la que lleva a cabo esta tarea. Se puede tardar hasta un mes”, comentó el entrenador.
Esta situación llegó en mal momento, según dieron a entender los afectados, pues con los Juegos Nacionales encima –están pautados para septiembre- esto boicotea su puesta a punto.
“Un día sin entrenar representa un gran atraso en nuestra disciplina, mientras que los atletas de los otros estados sí continúan entrenando con total normalidad”, recordó Liliana Hernández, integrante del seleccionado regional de la especialidad.
Diego Vera y Wilder Carreño, miembros del equipo, también se sumaron a las críticas, lamentando la situación, hablando por los demás compañeros de equipo, entre los que están Paola Pérez, Jhonson Barrera, Angélica Sánchez y Daniela Ferreira: “Todos nos vemos afectados por el problema. Algunos de nosotros somos parte de la Selección Venezuela y estamos afectados. Los juveniles también pierden, pues son nuestro relevo”.
Diferencias internas
Es del conocimiento nacional que Vera, Carreño, Hernández, Pérez, y en su momento Erwin Maldonado, han venido siendo piezas inamovibles del seleccionado criollo, solo hasta el recién culminado Campeonato Mundial de Natación, en donde estuvieron ausentes del equipo, puesto que no pudieron asistir al Clasificatorio que se efectuó en febrero, debido al parón forzado que tuvieron en sus entrenamientos por las manifestaciones sociales realizadas en el Táchira.
En ese sentido, Vargas alegó que hay asociaciones que “a la fuerza” quieren imponer a sus atletas en la selección nacional y que aprovecharon circunstancias como las de febrero para poder “colocar” a otros exponentes en el combinado nacional. De este modo, Adalberto tampoco descartó la posibilidad de que la situación por la que están atravesando sea “algo fraguado”.
“Confiamos y esperamos en que las autoridades nacionales y regionales tomen cartas sobre el asunto y podamos, por lo menos, ser reubicados en otra piscina para continuar entrenando, mientras se soluciona el inconveniente”, sentenció.
(Favio Hernández)
Turbio panorama
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