Deportivo Táchira capitalizó el 1-1 conseguido en Ecuador el pasado lunes y con el empate a cero en Pueblo Nuevo anoche le bastó para eliminar al novel Macará y seguir en la carrera de la Copa Libertadores.
Pero no estuvo cómodo el conjunto tachirense, de hecho sufrió y mucho, especialmente en el primer tiempo cuando Macará tuvo -como en la ida- su mejor performance, en contraste con un segundo tiempo en el que acusó desgaste y por ende deficiencias.
El partido de vuelta deparaba bastantes expactativas, sobre todo luego de conocerse que Francesco Stifano pondría de entrada a Johan Moreno y Luis Chacón, los dos hombres que le cambiaron la cara al equipo cuando entraron en Ambato para el segundo tiempo, pero el efecto de este par demoró en llegar, de hecho fueron prácticamente intrascendentes en el primer capítulo del compromiso.
Y es que los primeros 45 minutos de anoche en Pueblo Nuevo se resumen en una sola palabra: bostezo. Por un lado, el Deportivo Táchira errático, sin ideas, ni capacidad de dar dos toques seguidos y por el otro un Macará que arremetía con más voluntad que tino, pero que aun así llego a inquietar el pórtico del local, donde estuvo firme y solvente el meta Beycker Velásquez.
En el segundo tiempo el libreto cambio. Táchira mejoró en actitud y fue entonces cuando Chacón y Moreno cobraron protagonismo, incluso Yoel Infante, un 10 hasta ahora muy tímido.
Con el pasar de los minutos Macará comenzaba a sentir la presión de quedar eliminados y a ese mismo ritmo Táchira crecía en confianza más allá de su torpe fútbol.
El cuadro ecuatoriano entró en desespero y las ideas se atropellaban, en tanto que no podían controlar el balón como en la primera parte, cuando llegaron a tener a Táchira metido en su arco. Los roles estaban totalmente invertidos.
Llegaron los cambios. Paul Vélez intentó recuperar la inicitaiva en Macará, colocando más hombres en ataque; mientras Stifano echó manó a los hombres que le ayudarían a cerrar con candado su clasificación a la segunda fase y así fue. Deportivo Táchira ya había hecho su negocio en Ambato y preservar el cero en el arco era lo único que necesitaba.
Sin mayores emociones transcurrió el encuentro en Pueblo Nuevo, que el próximo jueves recibirá al Independiente Santa Fe para el partido de ida de la segunda fase de la Copa Libertadores, un encuentro que será a otro precio y exigirá muchas correcciones en Táchira, que se medirá no ya a un conjunto novato, sino a un equipo curtido en demasia cuando de eventos internacionales se trata.
Stifano tiene menos de una semana para pulir detalles en practicamente todas sus líneas. La defensa estuvo un poco mejor esta vez, pero ante el gigante colombiano quizá no sea suficiente. En el ataque también hay que mejorar, afinar los circuitos, las sociedades, que los jugadores se consigan y toquen con propiedad, sin recurrir al estéril pelotazo.
En la mitad del trayecto al próximo partido de Copa, Táchira tendrá su estreno en el Torneo Apertura nacional frente al Zulia, que podría servir de ensayo para lo que viene.
Por ahora, Táchira celebra su permanencia en la Copa Libertadores y se saca de encima la eliminación de hace un año ante Capiatá; mantiene viva la posibilidad de seguir peleando por el último cupo a la llave 4, aunque todavía debe subir dos peldaños más.
Ficha Técnica:
Táchira (0): Beycker Velásquez; Manuel Granados, Daniel Benítez, Jan Carlos Vargas, Héctor Noguera; Luis Melo, Romeri Villamizar, Joel Infante (D. Gómez 78’), Luis Chacón, Johan Moreno (Joynner Rivera 85’), Sergio Almirón (93’ Jonathan España). DT: Francesco Stifano.
Macará (0): Adonnis Pabón; Galo Corozo, Moisés Corozo, Marcos Miers, Leonel Quiñonez (Maicon Solís 75’); Elvis Patta (Ricardo Acosta 69’), José Cazares, Carlos Feraud (Diego Ávila 79’), Carlos Arboleda, Ronald Champang, Juan Tévez. DT: Paúl Velez.
María José Salcedo