Barcelona sumó una nueva incorporación en el mercado de fichajes con la llegada del jugador brasileño, Malcom, quien pretende ocupar el frente de atraque como extremo por el costado izquierdo.
Esa posición en el esquema táctico típico catalán 4-3-3 desde que se fue Neymar no ha tenido un dueño indiscutido. Primero se intentó con la llegada de Ousmane Dembelé por 105 millones de euros, más 40 de variables, pero el francés tuvo una larga lesión que le impidió afianzarse en el once titular.
Después se dio la llegada de Philippe Coutinho por 120 millones de euros. El talentoso volante tuvo actuaciones destacadas y se entendió con Lionel Messi y Luis Suárez, sin embargo, la tarea de desbordar por la banda izquierda no es uno de sus fuertes.
Por último, se dio el arribo de la joven promesa, Malcom, tras el desembolso de 41 millones. El atacante aspira con su potencia y desequilibrio completar el tridente de ataque de los culés que desde la llamada ‘MSN’ parece tener un lugar vació.
¿Suplir a Neymar es fácil? Que lo diga la billetera del Barcelona que ya gastó 266 millones de euros, más 81 de variables, y, hasta el momento, no se ha encontrado el reemplazo a los 105 goles, 59 asistencias y 10 títulos de ‘Ney’.