En un partido de locos el Liverpool dio un golpe a la mesa y logró imponerse por un apretado 4-3 al Crystal Palace, con lo que mantiene un buen colchón de puntos de ventaja en el liderato, añadido a la presión que impone al Manchester City.
Los ‘reds’ tuvieron una tarde difícil en Anfield Road. A pesar de iniciar el partido el dominio de la esférica, las ocasiones no llegaban, y sería la primera jugada de ataque del Palace la que desencadenaría el primer gol. Wilfried Zaha recibió un buen pase por la banda y con un centro raso encontró a Andros Townsend, quien no perdonó en el centro del área.
Los dirigidos por Jurgen Klopp reaccionaron nada mas iniciar el segundo tiempo. El estelar Mohamed Salah impactó el tiro desviado de Virgil van Dijk, antes de que Roberto Firmino los pusiera al frente instantes después.
James Tomkins puso el 2-2 tras cabecear un tiro de esquina a la hora de partido; sin embargo, Salah aprovecharía un error clamoroso de Julian Speroni que manoteó el balón detrás de su cuerpo un centro de James Milner.
Precisamente Milner se convertiría en protagonista negativo tras recibir su segunda tarjeta amarilla luego de una entrada sobre Zaha (dolor de cabeza a lo largo del partido), pero las esperanzas de Palace de salvar un punto se terminaron cuando Sadio Mane anotó en el tiempo de detención.
Sin embargo, aún había tiempo para que Max Meyer acercara al equipo de Roy Hodgson, pero los Rojos se mantuvieron firmes y mantienen los siete puntos de ventaja sobre su más cercano perseguidor.