River-Boca aburrido: medios destacan el planchazo de Jan Hurtado que pudo haberle costado la roja

2 septiembre, 2019

No le pasa a cualquiera poder jugar un Superclásico a los 19 años. El venezolano Jan Hurtado llegó al Monumental a jugar el que seguramente es el partido más importante de su breve carrera y no quiso dejarse nada guardado. Claro que en ese empeño de dar todo, podría haberse ido a los vestuarios antes de tiempo.
El delantero quiso capturar una pelota perdida en el área de River y trató de conectarla con su pie derecho, pero lo que encontró con los tapones fue la pierna del chileno Paulo Díaz.
El árbitro Fernando Rapallini no dudó y sancionó la falta. Podría haberla castigado hasta con expulsión, pero optó por una más diplomática tarjeta amarilla.
A Hurtado le quedó tiempo para reconsiderar lo que pasó. Esa posibilidad única de la que disfruta estuvo a punto de frustrarse en un segundo de vehemencia excesiva.

Polémicas arbitrales

El árbitro Fernando Rapallini explicó una a una las jugadas polémicas que tuvo el superclásico. ¿Era roja para Hurtado por el planchazo a Paulo Díaz? ¿Enzo Pérez merecía la expulsión? Pasá y mirá la explicación del juez.
Fernando Rapallini se fue conforme con su actuación en el superclásico en el Monumental. Más allá de las polémicas, el árbitro, a su manera, pudo “disfrutar” de dirigir un River-Boca. “Lo pudimos disfrutar mucho. Fue intenso, estábamos metidos tratanos de estar a la altura”, dijo el juez del clásico, quien se metió a explicar en detalles las jugadas polémicas.

Sobre el planchazo de Jan Hurtado

“En el planchazo de Jan (Hurtado) me tapa el mismo jugador. Veo intensidad y no el punto de contacto en detalle. La veré por televisión. Son muy rápidas, estaba cerca pero no tenía el mejor ángulo porque había una montonera de jugadores”. Sí hay que decir es que estaba bien ubicado y parece raro que no haya visto con claridad la jugada.

Segunda amarilla para Enzo Pérez

“La de Enzo no me pareció falta. Jan (Hurtado) chocó con Enzo (Pérez). Es lo que evalué en el momento”. Jugada al límite. Parece que Pérez se queda parado para no cometer falta, tal vez consciente de que Hurtado no tenía otra que, en velocidad, chocar con él.

Sobre el planteamiento táctico de Álfaro

El DT apostó fuerte al dejar a Tevez en el banco e hizo el juego que más conoce para no sufrir heridas incovenientes en el duelo contra River.
Resultó efectiva la propuesta de Alfaro: llegó al Monumental a no perder y no perdió. Y algo más, pensando en los duelos de semifinales de por Copa Libertadores, el entrenador se ganó el derecho de jugar esa ronda como a él más le gusta. Hubiese sido difícil sostener la idea si Boca era derrotado, pero aguantó el cero en arco propio y casi ni se preocupó por patear al arco. Jugó a empatar, se dijo. Lo logró. Debe estar sonriendo por dentro el experimentado técnico.
Fue arriesgada la movida de Alfaro. Tuvo lo que tiene que tener un entrenador de equipo grande: personalidad y convicciones. Dejó afuera a Carlos Tevez, a quien no le gustó la decisión. Fue una movida que puede traer secuelas. Cuando el delantero ingresó, a los 30 minutos de la segunda parte, lo hizo caminando. ¿Habrá querido evidenciar su malestar con ese gesto corporal? Después, durante el juego, participó poco y nada y solo tuvo un tiro libre que fue bien despejado por Franco Armani. En el final, hay que decirlo, saludó a cada uno de sus compañeros.
Plantó un 4-4-1-1 Alfaro y le tiró pelotazos a Jan Hurtado (parado entre los centrales) y a Franco Soldano (siempre emparejado con Milton Casco, algo similar a lo que solía hacer Diego Pablo Simeone con Raúl García sobre Jordi Alba en los Atlético de Madrid-Barcelona). Eso fue Boca: defender y jugar a la segunda jugada. Pero los mediocampistas siempre estuvieron lejos de los delanteros y no inquietó el visitante. El que más sufrió fue Alexis Mac Allister. Desde el punto de vista táctico, la determinación de jugar sin Tevez fue acertada: el Apache no tenía lugar en la idea del técnico.