RABAT, 12 Jun 2018 (AFP) – En 1986 en México, Marruecos se convirtió en la primera selección africana de la historia en clasificarse a la segunda fase de un Mundial de fútbol, dejando profunda huella en la memoria colectiva del país aquella epopeya que hoy sigue sirviendo de inspiración a las nuevas camadas.
Era la generación dorada de Mohamed Timoumi, Balón de Oro africano en 1985, el legendario portero Badou Zaki, Balón de Oro continental al año siguiente, y Aziz Bouderbala, el regateador sin par del fútbol marroquí.
Bajo las órdenes del técnico brasileño José Faria, los “Leones del Atlas” empataron con la Inglaterra de Lineker y con Polonia, antes de superar por 3-1 a Portugal para terminar primeros de su grupo.
“En una Copa del Mundo, hay selecciones que juegan por el título, como Alemania o Argentina, y otras que sólo quieren participar. Nosotros estábamos en esta (última) categoría”, cuenta el exatacante Aziz Bouderbala.
“Entonces, pasar la primera ronda para nosotros era todo un logro”, confía a la AFP el exjugador que vistió las casacas del Wydad de Casablanca marroquí, el Olympique de Lyon francés y el Sion suizo.
En octavos de final, Marruecos le hace frente al futuro finalista del torneo, Alemania, antes de caer sobre el final del partido (1-0) por un tiro libre ejecutado por el astro germano Lothar Matthäus.
“Fue una eliminación con mucho honor. La generación del 86 es una referencia”, admite a la AFP el presidente de la Federación Marroquí (FRMF), Fouzi Lakjaa.
Por su “resultado histórico”, Marruecos “ilumina México 1986”, escribe la FIFA en su sitio.
Regreso con gloria
En su regreso al país, la selección de 1986 se convirtió en una leyenda: “miles de personas nos esperaron en el aeropuerto, cerca de 300.000 personas estaban presentes en el estadio Mohammed-V y sus alrededores para la recepción organizada en nuestro honor por su majestad Hassan II”, comenta Bouderbala.
Algunos comercios fueron bautizados o rebautizados ‘México-86’ en varias ciudades del país: un laboratorio de fotos “México” en Agadir, en el sur del país, un café “Abtal (campeones) México 86” en Casablanca -la capital económica-, una florería, una librería…
“Pienso que fuimos una fuente de inspiración en Marruecos, pero también en otros países africanos”, dice Aziz Bouderbala.
El periodista Said Zadouk, que cubrió aquellA odisea de la selección mexicana, explica con entusiasmo que “el público no se lo esperaba para nada”.
Los futbolistas “no tenían ningún tipo de presión”, arranca. “Habían pasado un mes en México antes del debut de la competición, aislados de Marruecos y de la presión mediática”, recuerda a la AFP.
El equipo nacional marroquí volvió a participar en los Mundiales de 1994 y 1998, pero fracasó en el intento de volver a superar la primera llave.
Su clasificación para el Mundial-2018, tras 20 años de ausencia, da algo de esperanza aunque su público tiene claro que enmarcado en el Grupo B junto con España, Portugal e Irán, el reto es enorme.
Sin embargo, la prensa local recuerda la victoria de los Leones frente a los lusos, para albergar alguna ilusión.
Única selección que no encajó goles durante las eliminatorias, el equipo cuenta con muchos talentos pulidos en las ligas de Francia, Holanda, Bélgica, España y Portugal para intentar el pase a octavos.
“Tenemos un equipo fuerte y creo que podemos pasar la primera ronda”, dice con optimismo el veterano Aziz Bouderbala.