Los grandes del fútbol europeo buscan un idílico paisaje que pasa por la creación de una Liga europea que termine con el deterioro, que según ellos, sufre en ocasiones el fútbol con situaciones como las vividas en las últimas semanas en LaLiga.
No es cuestión única y exclusivamente del fútbol español, pero sí que la competición española está bajo la lupa más que otras. Los dos grandes de la competición española, Real Madrid y Barcelona, piensan de una manera muy parecida en este aspecto. Intentan dar pasos que o bien no son escuchados o son rechazados por los que dirigen los campeonatos a nivel nacional. Buscan una mejora que no encuentran.
Lo sucedido la semana pasada con el gol fantasma del Barcelona ante el Betis y la suspensión del Celta-Real Madrid 36 horas antes de la disputa del choque, sin activar ningún resorte para que se jugase en otro escenario o de una manera segura, han encendido las alarmas.
Todos contra todos
La piedra angular de este nuevo fútbol europeo en el que piensan el presidente del Real Madrid y compañía pasa por la definitiva creación de una Liga europea, la misma que lleva rondando por los despachos de los grandes clubes europeos desde 1998.
Hasta el momento siempre había tropezado con los intereses cruzados de los equipos y los movimientos de la UEFA, como fue la creación de la ECA (Asociación de Clubes europeos).
Los clubes no descartan ir de la mano de la UEFA pero sí que buscan una reacción más o menos inmediata para crear una competición al más puro estilo Euroliga de baloncesto, con un formato de todos contra todos. El gran problema de este nuevo panorama será dar cabida a la competición doméstica.
Algunos voces señalan que no sería necesario, pero la mayoría apuntan a una doble vía competitiva. Apuntan a Real Madrid, Barcelona, Bayern Munich y Juventus como líderes, a los que se habría sumado el PSG en las últimas semanas.
La UEFA intentó aplacar el ánimo haciendo un gesto hacia las grandes competiciones continentales el pasado verano, suprimiendo la eliminatoria previa de verano para acceder a la Champions (en caso de España, al cuarto clasificado). Entrará en vigor a partir de 2018 y hasta 2021, pero no ha sido considerado como suficiente.
LaLiga a través de su presidente Javier Tebas, ya se ha opuesto a cualquier idea que aproxime a la realidad lo de la Liga europea. Ninguna Liga está a favor de la idea.
Movimientos en la sombra
Los movimientos hechos por los equipos nunca se han hecho públicos, pero esa nueva competición podría estar formada por Barcelona, RealMadrid, AtléticoMadrid, Sevilla de LaLiga; Manchester City, Chelsea, Manchester United, Arsenal y Liverpool de la Premier League; Juventus, Milan, Inter y Nápoles de la Serie A; BayernMúnich, Borussia Dortmund y Bayer Leverkusen de la Bundesliga y PSG, Olympique de Marsella y Olympique de Lyon de la Ligue 1.
Otra alternativa apunta a una Superliga de 64 equipos, los 32 que participan en la fase de grupos de la Champions y los otros 32 que configuran la Europa League. Quedaría por definir cómo se enfrentarían, si seguirían modelos de distintos grupos en función de cercanía geográfica o nivel futbolístico.
La idea más extendida es la que apunta a que se dividiría en cuatro grupos de 16 equipos cuyos primeros clasificados se enfrentarían entre sí.
La Liga de Campeones vale 1.500 millones de euros en derechos de televisión frente a los casi 7.000 millones que vale la NFL. Los estudios de mercado que manejan los clubes demuestran que de los 2.000 millones de aficionados al deporte en el mundo, 1.600 son aficionados del fútbol y únicamente 150 millones lo son de fútbol americano, algo que no terminar de digerir los grandes de Europa.
(Vía Marca)