jueves 28 marzo, 2024
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Incólume sueño Vinotinto

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El sueño de seguir avanzando en la ruta a la final del Campeonato del Mundo Sub 20 de fútbol, se mantiene incólume en Venezuela. En la gráfica Sergio Córdoba, máximo artillero con cuatro tantos y Adalberto Peñaranda. (Foto/La Nación)
El sueño Vinotinto se mantiene incólume. Nadie apostaba por un primer lugar de Venezuela en su grupo en la ronda eliminatoria del Mundial Sub 20 de fútbol, con marco de la República de Corea del Sur; menos respaldada por unos números realmente impresionantes: 3 victorias en igual números de salidas, para 10 goles a favor y cero en contra, dando cuenta de: Alemania, Vanuatu y México.
Posesionado el combinado patrio en los octavos de final, sube la temperatura en jugadores, cuerpo técnico y millones de venezolanos de cara a la que se avecina este martes a partir de las cuatro de la mañana hora nacional, cuando enfrente a una aparente débil selección de Japón.
En condición de mejor tercero en el Grupo D, el conjunto “nipón”, gracias a una victoria, un empate y una derrota para cuatro puntos, se verá las caras ante una Venezuela inspirada, respaldada por un grupo humano envidiable, sin nada que reprocharle hasta el momento en todas sus líneas.
Por primera vez en la historia del fútbol criollo en competencias de corte universal, una selección había puesto sobre el tapete los números de la Vinotinto Sub 20, dignos de encuadrar, algo inimaginable hace unos años atrás.
Ya Venezuela había dicho presente en torneos universales, primero en el 2009 en la Copa Mundo Sub 20 de Egipto, rama masculina, también en el Mundial Sub 17 de Emiratos Árabes Unidos en la misma rama y dos citas universales en la categoría Sub 17, femenina.
Sin embargo, nunca como ahora, lo que la afición madrugadora de la patria de Bolívar está viendo a través de la pantalla chica en la lejana Corea del Sur, continente asiático, algo sin parangón en los anales del fútbol venezolano, que bien vale la pena no “pegar los ojos” para admirar y aplaudir a estos guerreros criollos.
Sueño Vinotinto incólume
No se conforman Rafael Dudamel y sus jugadores con lo hecho hasta ahora, quieren llegar más lejos, ilusión que tienen metida en la mente y el corazón, mayor aún si cada uno sabe lo que lleva dentro, demostrado con creces en el terreno de juego, después de superar en forma clara a los tres rivales que tuvieron al frente en la primera fase.
El defensor José Hernández, en entrevista concedida a medios nacionales e internacionales no tuvo empacho en sentenciar de todo el potencial de la selección patria, habló de las bondades de cada uno de sus compañeros, pero haciendo énfasis en el plus que dan jugadores de la talla de: Wuilker Fariñez, Aldalberto Peñaranda, Yefferson Soteldo y Yangel Herrera, pilares en la selección absoluta y en sus clubes del exterior y del país.
Haber terminado en el primer lugar de su grupo resultó beneficioso para el conjunto nacional, le toca en octavos a un rival que en el papel no representa mayor peligro de acuerdo al nivel enseñado por Venezuela ante los tres antagonistas que enfrentó en la ronda anterior.
Cuando el aficionado, el que más conozca sobre la materia, quien piensa y analiza, también al que lo traiciona la pasión y el nacionalismo; aunque con cabeza fría ha podido ver esta selección criolla, sin duda que es consciente que se está frente a un grupo humano de muy buenas hechuras en todos los sectores, pero lo que es más importante, hay paridad tanto en los titulares como en los suplentes o emergentes.
A los nombres de Wuilker Fariñez, confianza y calidad debajo de los tres palos; la picardía, drible y olfato goleador de Adalberto Peñaranda; la endiablada gambeta de Yeferson Sotelga, temida por cualquier rival y el mando de Yangel Herrera en el sector medular, se suman jóvenes de la talla de Sergio Córdova uno de los máximos artilleros del Mundial con cuatro tantos y junto a ellos el resto de integrantes de la Vinotinto, todos con calidad de exportación, hay razones para soñar en grandes cosas, en la posibilidad de llegar bien lejos en la cita mundialista coreana, y ¿por qué no a la gran final como aspiran cada uno de los jugadores…?
(Homero Duarte Corona)

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