En 1984, el Barça perdió la final de Copa ante el Athletic que acabó en una batalla campal. El ’10’ provocó una conmoción cerebral a Miguel Sola.
El 5 de mayo de 1984, Athletic Club y Barcelona jugaron la final de la Copa del Rey en el Santiago Bernabéu. Hasta el momento es la última final que han disputado entre ellos en el feudo del Real Madrid, aunque se hayan visto las caras tres veces en finales hasta la fecha.
El Athletic, dirigido por Javier Clemente, venció en un agónico partido gracias a un mítico gol de Endika a los trece minutos de la primera mitad tras la salida de un córner. El encuentro llegaba lleno de tensión. Los dos técnicos se encargaron de caldear el ambiente.
Clemente, harto de los ataques a Goikoetxea tras la entrada a Maradona que le provocó una grave lesión, fue contundente: “Maradona es un imbécil”. Menotti lo advirtió: “Estamos preparados para jugar en cualquier terreno, incluso en el de la violencia”, mientras que desafiaba a su homónimo: “No tiene los huevos de decirme a la cara lo que dijo sobre mí”.
Durante la final, los jugadores se dijeron de todo a la cara. Una vez concluido el encuentro, a sabiendas de que el título se iba para Bilbao, los jugadores del Barcelona iniciaron una batalla campal en el terreno de juego. Diego Armando Maradona empezó la pelea contra los vascos y terminó noqueando a Miguel Sola con una patada en la cara.
Los integrantes de ambos equipos se convirtieron en karatekas propiciando patadas a todos los rivales, especialmente recordada la de Migueli. Salinas se volvió a Bilbao con los tacos de Paco Clos marcados en la espalda. La RFEF sancionó a Clos, Migueli, De Andrés, Goiko, Sarabia y Maradona con tres meses, aunque el Pelusa no los cumpliría ya que terminó fichando por el Nápoles.
Hace 35 años se daba una batalla campal entre el Barça y el Bilbao. Diego en versión Karate Kid:
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— Cristian Rey (@SoyCristianRey) September 12, 2019