El deporte venezolano no puede pagar los platos rotos en los conflictos que se han venido generando con otros países, y que a la larga, le generan consecuencias.
Recientemente, Venezuela decidió aplicar una serie de medidas, entre ellas, cortar relaciones económicas por 90 días, con representantes panameños, que involucra a unas 22 personas y 46 empresas, en represalia por sanciones del país centroamericano.
Entre el grupo de empresas afectadas por esas medidas se encuentra la compañía aérea Copa Airlines, considerada como una principal vía de conexión de los venezolanos en Suramérica y Centroamérica.
En consecuencia, uno de los deportes que paga las consecuencias de esas medidas ha sido el fútbol, cuya participación en la Copa Sudamericana se ha visto perjudicada al suspenderse el compromiso entre las oncenas de Estudiantes de Mérida y Deportes Temuco de Chile.
De acuerdo a una información emitida por la Oficina de Prensa de Conmebol, organización que rige el fútbol de la zona, tomó la decisión de suspender el compromiso, que de acuerdo al calendario debía jugarse el próximo martes en Mérida.
Hubo la intención de viajar por tierra, como lo señala el periodista Marcelino Mardones. Formaba parte de la delegación del Temuco, y consideró que una de las opciones para estar en Mérida, el día martes, sería alargar trayecto por Colombia, pero esto supondría, dice, dar ventajas al rival.
De concretarse la odisea, ese grupo sumaría escala en Lima, Bogotá y Cúcuta para luego recorrer unos 240 kilómetros y llegar a Mérida, lugar del encuentro.
Lo que ocurrió con Estudiantes de Mérida, llama a la reflexión y preocupa, tomando en consideración que el fútbol venezolano, así como otros deportes, son contendores internacionales y este tipo de medidas les perjudica, sin tener nada que ver con las medidas que se toman contra otras naciones.
Peor le ocurrió al Monagas FC. Viajó a Brasil para cumplir con el compromiso de la Copa Libertadores de América frente a Gremio, uno de los conjuntos más fuertes en el torneo.
En la confrontación, disputada en la cancha Arena de Porto Arena, Monagas se plantó bien y complicó al rival, con un primer tiempo sin goles.
La segunda parte, Gremio tomó las cosas con seriedad y la envió al fondo de la red en cuatro oportunidades, para que al final la pizarra marcara un contundente 4-0 que no causó ninguna sorpresa.
Cabizbajos por la derrota, Monagas FC cumple sus trámites y busca salir de Brasil para olvidar pronto la derrota. El día jueves se entera de las medidas que pone en práctica el gobierno venezolano y se les viene el mundo encima.
Le afectó enormemente a la delegación. Salen de Puerto Alegre con destino a Panamá y allí les cae la información como un balde de agua fría. Se les complica el regreso a Venezuela. No podían continuar su viaje a Caracas ya que el gobierno ya había anunciado sus medidas.
No fue fácil la situación. No tienen visa para permanecer en Panamá y una parte de la oncena consigue boletos para Bogotá y seguir a Caracas, mientras que un grupo de 13 personas seguiría la misma ruta para estar en Caracas el sábado.
Un conflicto político Venezuela – Panamá, que no debe involucrar al deporte. Todo debe solucionarse porque vienen muchas competencias donde la delegación de nuestro país debe salir y no quieren correr esta misma suerte. Debemos recordar que por allí se encuentra la selección femenina que disputa la Copa América en Chile, además de otros compromisos de la Copa Libertadores.
Es lamentable esta situación. Circunstancias que afectan no solo al deporte, sino a esas personas que por distintos motivos deben viajar a otros países a cumplir compromisos y fracasan en su intento, por este alejamiento entre países de la región.
Gustavo Carrillo