El Carabobo F.C. y el Mineros de Guayana se juegan esta noche a partir de las siete en el estadio “Misael Delgado”, de Valencia, el primer cupo a la gran final del Torneo Apertura 2018, del fútbol rentado venezolano.
Noventa minutos definitivos, dos divisas con las mismas aspiraciones, aunque el anfitrión once “Granate”, respaldado por el empate a un gol en el choque de ida el pasado sábado, tiene “cierto respiro”, puede igualar por cualquier marcador y estará dando el paso definitivo para esperar por el ganador entre el Zamora F.C. y el Caracas F.C..
Todo lo contrario el bando sureño, con la necesidad de empatar por más de un gol para obligar al castigo de las penas máximas. No es cómodo para ningún equipo jugar en el gramado sintético del estadio “Misael Delgado”, sitio donde el local si tiene ventaja merced de ser su sede habitual.
Tomando en cuenta que el once del “Cabriales” fue un buen local en el ronda eliminatoria-no así en la ida ante Aragua de los cuartos de final de la Liguilla-, todo apunta a que el choque de hoy será a “sangre y fuego”, futbolísticamente hablando, de principio a fin.
El Carabobo F.C. prácticamente galopó en la ronda eliminatoria, terminó de primero, superando en forma clara a sus inmediatos perseguidores, trayendo consigo que la crítica le colocara el sello de uno de los grandes favoritos para pelear el título, ser uno de los finalistas de la Liguilla.
No ha sido el mejor comportamiento el de la tropa carabobeña en el cuadrangular final; tampoco el Mineros de Guayana, de allí que en el juego de cierre de esta noche cualquier cosa puede ocurrir, uno u otro puede quedarse con el primer cupo a la final.
Zamora-Caracas, otra historia
Pese a la demostración del once barinés en el juego de ida del pasado domingo en el estadio “Hermanos Ghersi”, triunfo por la mínima diferencia, en una buena demostración del colectivo llanero, no se puede decir que ya tiene un buen trecho ganado con miras a obtener el boleto a la final.
Cuenta con un grupo humano interesante el rojo del Ávila, superior al del antagonista de turno, solo que el profesor José Alí Cañas, fungiendo de buen estratega le ganó la partida a su colega Noel Sanvicente, le cerró los circuitos; por una lado le truncó el trabajo en la mitad, no tuvo las libertades que le dieron otros rivales, a su máximo artillero Fernando Aristeguieta lo mantuvieron a raya, sin dejarlo parpadear, apenas un par de cabezazos aislados y en los más claras ocasiones de gol del equipo, los palos le negaron tal posibilidad.
Funcionó a las mil maravillas la estrategia del técnico “zamorano” en condición de visitante; ahora hay que esperar como va a plantear el partido en su fortín, si solo va a esperar que sea el visitante el que haga el gasto, para contraatacarlo o sencillamente saldrá en plan ofensivo para asegurar la clasificación y de esta forma evitar que el banco capitalino le “dañe la fiesta”.
Homero Duarte Corona