Brasil empató 1-1 ante Suiza este domingo en su debut en el Mundial de Rusia y reavivó los miedos de hace cuatro años, dejándose igualar por los europeos en un partido donde todavía se vio a un Neymar a medio gas.
Philippe Coutinho abrió el marcador a los veinte minutos con un golazo desde fuera del área, pero los suizos igualarían a los 50 con un cabezazo de Steven Zuber que pone a la aplaudida ‘canarinha’ de Tite de nuevo frente a sus traumas.
Llevaba Brasil cuatro años esperando por esta noche. 1.441 días que parecían toda una vida para esta Seleçao que conoció el infierno en casa, y aún tuvo que caer más bajo antes de despertar de la peor pesadilla de su historia.
La Seleçao necesitaba tiempo para bajar las pulsaciones y los suizos se sabían muy bien la lección. Pero poco a poco, Brasil fue encendiendo los motores por la izquierda, con Coutinho a los mandos, Marcelo a la aventura y un solícito Neymar, de vuelta a la alta competición tras más de tres meses de purgatorio por su lesión en el pie.
De ellos, y del imprevisible Paulinho, salió la primera gran ocasión ‘canarinha’ a los 10 minutos, tras una combinación de pases que no pudo definir bien el volante del Barcelona.
La buena noticia era que la Seleçao ya fluía y el balón era solo amarillo ante una Suiza a la expectativa. En esas apareció Gabriel Jesús con un disparo en carrera, activado por Coutinho.
Llevaba la batuta el talentoso centrocampista del Barça, que acabaría tocando la gloria del primer gol en el minuto 20. Plantado en la entrada del área, recibió un rechace de la zaga suiza que transformó en un potente misil directo al arco de Yann Sommer, que solo lo pudo ver pasar.
– Alarma por ‘Ney’ –
Demasiada generosidad para la organizada ‘Nati’, que volvió del descanso más viva que nunca. Tanto, que apenas tardó cinco minutos en empatar el partido y arruinar, de un plumazo, los dos años de terapia de la ‘canarinha’.
El culpable fue un atento Zuber, que empujó a Miranda para ganarle la espalda tras un saque de esquina y poner el empate de un potente cabezazo, solo frente a Alisson. Pidieron falta los jugadores brasileños, pero no dudó el juez mexicano decretando el sexto gol que encajaba desde 2016 la Seleçao de Tite.
Aún llegarían peores noticias para esta ‘canarinha’, cuando poco después un Neymar diluido reapareció con una de sus habituales acciones por la izquierda: dribló a un defensor y el balón se fue fuera, pero prendió todas las alarmas al cierre de la jugada, con un visible cojera.
Su pie no estaba fino ni lo volvería a estar el resto del partido, donde se le vio cada vez más nervioso.
El próximo partido la ‘canarinha’ será el día 22 frente a Costa Rica en San Petersburgo antes de cerrar la fase de grupos el 27 contra Serbia en Moscú.