La eliminación tempranera del aurinegro de la Copa Venezuela, en apenas dos partidos, contra un rival infinitamente inferior en el papel, no en los hechos, el Ureña S.C., corrobora el mal momento del ocho veces campeón venezolano; una irregularidad que comenzó restando dos fechas para el cierre del Torneo Apertura 2017, y aún se mantiene latente pese al respiro con el triunfo ante el Carabobo F.C. en la sexta jornada del Clausura.
Pena ajena, una verdadera quimera, sí, una quimera, eso fue lo pudo observar la escuálida asistencia que se dio cita el pasado miércoles al profanado “Templo del Fútbol”, menos de mil aficionados que salieron tristes y desilusionados ante la pobreza futbolística de su equipo, con mayor énfasis en los primeros 45 minutos.
No puede brindar una pobreza de espectáculo un grupo humano que representa una institución con un nombre bien ganando en el concierto nacional e internacional, con ciertas excepciones, como el visto en el juego de vuelta de los dieciseisavos de la Copa Venezuela.
Los consecuentes hinchas, quienes siguen al Deportivo Táchira aquí, fuera de su fortín e incluso en el concierto internacional, no se merecen este tipo de desaire. Quienes fueron a ver a Pedro Ramírez, Luis Vargas, Darwin Gómez y Víctor Aquino, terminaron aceptando la clase, profesionalismo y buenas hechuras de Juan Ortiz, Luis Chacón y Julio Caicedo, por solo nombrar tres de los jugadores que al igual que sus compañeros brillaron con luz propia a lo largo de los 90 minutos.
La ventaja de 1-0 en el partido de ida en el estadio Alfonso “Culebro” Rojas de Ureña, por el anfitrión, en un mal partido del amarillo y negro, supuso que en el choque de vuelta, estadio Pueblo Nuevo, era un buen resultado para remontar y acomodarse en los octavos de final.
Sin embargo, el encopetado Deportivo Táchira se mostró displicente, sin ideas, lejos de su nivel, desde el primer minuto del compromiso, independientemente que el técnico Santiago Escobar colocó a sus principales hombres en la alineación de abrir.
Juan Ortiz, a los 32 minutos puso arriba al visitante, un 2-0 global que obligaba al anfitrión a hacer tres goles y que no le anotaran más, para alcanzar la clasificación. No llegó el descuento en la primera parte, fue hasta el 67 cuando Víctor Aquino igualó el marcador, y a los 76 Darwin Gómez anotó el 2-1.
Victoria amarga para Santiago Escobar y sus jugadores, pues pese a apurar las acciones, más corazón y fuerza que otra cosa en el complemento, el esperado gol para ganar por 3-1, dejar el global 3-2 y por ende alcanzar la clasificación, nunca llegó: adiós Copa Venezuela, una especie de embrujo para el aurinegro, ya sumó 35 años desde que ganó el único título de la contienda, en 1982, sin que más nunca haya podido llegar ni siquiera a una fase semifinal.
Muchos comentarios en los corrillos deportivos, cada quien haciendo su propia historia. No obstante, lo cierto en todo ello radica en que existe un grupo de jugadores dentro del equipo o algunos, que les falta profesionalismo, no quieren sudar la camiseta, demostrado en el campo de juego.
Para hoy está pautada una reunión entre jugadores, cuerpo técnico y dirigentes, allí saldrán a flote muchas verdades, pero por encima de toda es materia urgente que los correctivos tienen que hacerse sobre la marcha, así tengan que tomar medidas radicales, tesis de muchos aficionados que se acercan a los comunicadores sociales para preguntar por la situación del aurinegro, la verdad verdadera que ocurre en el camerino.
15 clasificados a octavos
Restando apenas un partido para sacar los 16 equipos que entrarán en los octavos de final, el Llaneros de Guanare- Portuguesa F.C., juego de vuelta, tres quipos de la Primera División quedaron eliminados: Deportivo Táchira, Deportivo Anzoátegui y Metropolitanos F.C., mientras que el Ureña S.C., Margarita F.C. y Estudiantes de Caracas fueron los únicos de la Segunda División que se colaron para la ronda de octavos.
(Homero Duarte Corona)
Algo pasa en el Deportivo Táchira…
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