James Rodríguez fue uno de los primeros jugadores descartados por Zidane en salir del Real Madrid en este mercado de fichajes. El colombiano se fue al Everton por una cantidad de 25 millones, una operación aceptable para ambos equipos y que ponía fin al culebrón sobre el ’10’ de la selección cafetera. O eso se filtró.
Banfield, el equipo en el que James empezó a despuntar de joven, ha asegurado que ellos no han percibido ni un euro del traspaso, algo que por normativa FIFA sí les correspondería. El conjunto argentino ha echado cuentas y si el Everton ha pagado esos 25 millones, a ellos les tendrían que haber tocado 220.000 euros en concepto de cláusula de formación.
“El traspaso se hizo como si fuera un jugador sin coste. Ya se hicieron las consultas pertinentes a ambos clubes y nos confirmaron que lamentablemente Banfield no recibirá dinero por el mecanismo de solidaridad”, se lamentaron en boca de Ignacio Uzquiza, tesorero del equipo argentino.
Mientras, James está ajeno a esta situación. El colombiano ha arrancado con buen pie su nueva etapa en la Premier League y desde los primeros momentos se ha ganado la confianza de Ancelotti, de la afición y de la prensa británica.
James está ante la oportunidad de redimirse tras las dudas que ha generado su paso por el Real Madrid. Tras hacerlo razonablemente bien en el Bayern de Múnich, donde jugó cedido dos temporadas, volvió a la capital española para verse descartado partido sí y partido también. Su alta ficha impidió traspasarle antes, si bien ahora probablemente haya tenido que renunciar a una parte para poder irse a seguir disfrutando del fútbol fuera del Bernabéu.