Con el paso de las horas se complica cada vez más la situación del brasileño Dani Alves, detenido por una denuncia de presunto abuso sexual contra una mujer de 23 años, en el baño de una reconocida discoteca de Barcelona.
Según informó TV3, el futbolista habría entregado tres versiones distintas ante la jueza que decidió enviarlo a prisión por considerar que, dados sus recursos económicos, podría salir de España en cualquier momento.
El medio afirma que el brasileño habría declarado en primera instancia que no conocía a la presunta víctima; después habría reconocido que sí la vio pero no pasó nada y finalmente, en su segundo día en prisión, habría afirmado que fue ella quien se le lanzó.
Una nueva contradicción se registra sobre la actitud del señalado, pues mientras unos aseguran que lucía desorientado y confundido desde el momento de su detención, TV3 dice que su comportamiento sería “totalmente narcisista” y que daría la sensación de sentirse impune en sus declaraciones ante la jueza.
Cámaras de seguridad, la clave
Una versión más comprometería al brasileño y tiene que ver con lo que habrían encontrado los Mozos de Escuadra en sus pesquisas en el bar Sutton de Barcelona.
Según informó el diario El Periódico, el jugador habría dicho que pasó unos 15 segundos con la mujer en el baño del lugar, lo que haría que hubieran ingresado y salido casi de inmediato, sin dar tiempo al presunto delito del que es acusado.
Pero la verificación de las autoridades indicarían que ambos estuvieron dentro de ese baño alrededor de 15 minutos, según las cámaras de seguridad del establecimiento nocturno, videos que están en manos de la Policía de Cataluña.
El citado diario da una versión aterradora de lo que habría ocurrido en el lugar: “Alves la obligó a sentarse encima de él, la tiró al suelo, la obligó a hacerle una felación a la que ella se resistió activamente, la abofeteó, la levantó del suelo y la penetró hasta eyacular”. Eso es lo que analiza la jueza del caso, que además analiza las versiones de meseros del lugar y de las amigas que acompañaban a la presunta víctima.
Según El Periódico, “la mujer fue examinada en el Hospital Clínic de Barcelona, donde se le practicó un examen en busca de restos biológicos. Su declaración efectuada en Unidad Central de Agresiones Sexuales (UCAS) (UCAS) de la policía local, fue la que llevó a prisión a Alves quien se encontraba en España”