Michael Jordan siempre fue tan grande en la cancha como criticado por su falta de compromiso social cuando estaba jugando. Célebre fue aquella frase atribuida a él para justificar que no apoyara la causa demócrata: “Los republicanos también compran zapatillas”.
Con el paso de los años, ha aprendido a abrazar la solidaridad como una seña de agradecimiento y apoyo a la ciudad que le vio crecer, en particular, y a la sociedad estadounidense en general. En el día de su 58º cumpleaños, Jordan es noticia no sólo por llegar a esa edad sino por su última iniciativa en favor de los más necesitados.
El legendario exjugador de Chicago Bulls y actual propietario de Charlotte Hornets ha donado 10 millones de dólares para la creación de dos nuevos hospitales en Wilmington (Delaware), su localidad natal. Los nuevos centros estarán situados en el condado de New Hanover y se destinarán principalmente a personas sin seguro médico privado o con carencias económicas serias.
“Todo el mundo debería tener acceso a una atención médica de calidad, sin importar dónde vivan o si tienen o no seguro. Wilmington tiene un lugar especial en mi corazón y es realmente gratificante poder contribuir a la comunidad que me apoyó durante toda mi vida”, señaló el ’23’ en el comunicado de la empresa que montará estos hospitales, Novant Health, y que ya llevan colaborando con Jordan desde hace tiempo.
En 2019, Jordan ya donó 7 millones a esta empresa para dos clínica que se abrieron en Charlotte, donde tiene su base de operaciones. Las ‘Novant Health Michael Jordan Family Clinics’ se han convertido en los últimos tiempos en un lugar clave de la ciudad de Carolina del Norte, ya que se convirtieron primero en centros para la realización de test de detección del coronavirus (realizaron casi 15.000 pruebas en lo más duro de la crisis) y actualmente se han convertido en dos centros de vacunación para los más desfavorecidos.
Hasta la fecha, han tratado a más de 4.500 pacientes y han suministrado más de 1.000 dosis de la vacuna.