Con magistral trabajo monticular de Marcus Stroman y jonrón de dos carreras de Ian Kinsler, Estados Unidos se coronó campeón del Clásico Mundial de béisbol por primera vez en la historia al derrotar a Puerto Rico 8 carreras por 0 este miércoles, en una final presenciada por récord de 51.565 espectadores en el Dodger Stadium de Los Ángeles.
Estados Unidos agrega así su nombre a los de Japón, en dos oportunidades, y la República Dominicana, como los tres únicos países que han logrado proclamarse campeones del Clásico Mundial de Béisbol.
“Los muchachos jugaron con mucha entrega. Hubo una gran química en este equipo”, dijo expilto de los Tigres de Detroit, Jim Leyland, que a su vez se convirtió en el primer mánager campeón de una Serie Mundial (Marlins de la Florida en 1997) y del Clásico.
Stroman, de madre puertorriqueña, fue seleccionado como el Jugador Más Valioso y rozó el no hitter hasta el séptimo episodio. Trabajó por espacio de seis episodios donde abanicó a tres bateadores, dio una base por bolas y recibió un hit en lo que fue una gran labor por parte del diestro que impuso condiciones para contener los bates de jugadores importantes de Puerto Rico como Carlos Correa, Yadier Molina y Francisco Lindor y rubricar su segunda victoria en el torneo.
Ofensiva norteamericana
En el tercero, Estados Unidos dio un zarpazo de dos carreras al aprovechar titubeo de Seth Lugo, que toleró sencillo del último bate estadounidense, el receptor Jonathan Lucroy, y jonrón del primer hombre Ian Kinsler.
El lanzador boricua de los New York Mets se recompuso y mantuvo en tres hits a los estadounidense hasta que explotó en el quinto, cuando los del Tío Sam pisaron otras dos veces la goma para alejarse 4-0.
De nuevo Kinsler prendió la mecha con sencillo, y tras boleto a Adam Jones, anotó con cañonazo de Christian Yelich por el jardín derecho. Poco después, el mismo Yelich llegaba a la goma por sencillo al campo corto de Andrew McCutchen.
Mientras, en la trinchera contraria, el derecho de los Azulejos de Toronto tejía una red de ceros, sin permitir imparables hasta el séptimo inning, cuando Pagán le quito el no-hitter. El derecho sólo había permitido que se le embasara un hombre por boleto en la segunda entrada.
En la parte alta del séptimo, Estados Unidos remachó su obra con un racimo de tres carreras ante dos lanzadores boricuas.
Los locales colocaron la octava puntilla en el octavo inning con una última carrera después de dos outs, al combinar sencillos de Nolan Arenado y Eric Hosmer con error del campo corto Báez en tiro a primera.
Boricuas desaparecidos
Puerto Rico se queda sin saborear la corona por segundo Clásico consecutivo, luego de perder en 2013 contra República Dominicana.
Poco más pudieron hacer los boricuas en el último tercio del partido, dominados por un pitcheo que les dejó en tres hits, dos de ellos de Ángel Pagán y el otro obra de Yadier Molina.
“Este es un equipo joven que en los próximos 3 Clásicos dará mucho que hablar”, dijo el manager boricua Edwin Rodríguez.
“Yo me siento muy orgulloso por este equipo y todo Puerto Rico también por este equipo joven, que tiene un gran futuro”, añadió. “Levantamos ese ánimo colectivo en tiempos difíciles en Puerto Rico”.
Ian Kinsler, con dos hits, incluido jonrón, y dos carreras empujadas en cinco turnos y McCutchen de 4-2 con dos remolques, fueron los mejores por Estados Unidos.
En 2006, los norteamericanos no figuraron entre los cuatro semifinalistas, mientras que en el 2009 llegaron cuartos, por detrás de Japón, Corea del Sur (finalistas) y Venezuela. En 2013, con un plantel plagado de estrellas, volvieron a fracasar y a quedarse en rondas previas.