No hace tanto, comprar un videojuego no era tan diferente a comprar un juego de mesa. Ibas a una tienda de videojuegos, elegías el juego que más te interesaba, pagabas en caja y te marchabas a casa para instalarlo en tu computadora o tu consola. Se trataba de una manera tradicional y segura de adquirir los juegos, que, sin embargo, en los últimos años pasó a mejor vida debido a la comodidad de las transacciones digitales.
Tiene cierto sentido la idea de adquirir de manera digital productos que son enteramente digitales, no solo por la conveniencia de hacer toda la transacción desde casa, sino también por el menor daño ecológico que presenta este sistema. Al fin y al cabo, ya no hace falta usar cartón en la caja del juego, plásticos en el DVD o gasolina en el transporte. Pero el auge de las transacciones digitales también presenta un lado oscuro en forma de hackeos.
Más dinero en el ámbito digital implica más hackeos
El problema no consiste tanto en las compras digitales de los juegos en sí mismos, sino que pasa más bien por los riesgos de las microtransacciones. Mientras que antes comprábamos un juego completo y podíamos disfrutar con él cada vez que nos apeteciera, hoy en día es cada vez más frecuente que los desarrolladores incluyan toda una serie de pequeñas compras dentro de los juegos para multiplicar sus beneficios.
El flujo de dinero que acude a los desarrolladores gracias a estas compras in-app es cada vez mayor, y los hackers lo saben. Por eso se esfuerzan por elaborar técnicas cada vez más precisas para hacerse con el dinero de los gamers en este tipo de videojuegos. Según recientes estudios, aproximadamente dos tercios de los gamers estadounidenses ya fueron víctimas de hackeos en sus cuentas, y estas cifras probablemente sean similares en Argentina.
El riesgo pasa especialmente por los juegos que se proponen como un universo inmersivo, los llamados ‘metaversos’. Un ejemplo claro es Roblox, donde cualquier persona puede construir diferentes espacios digitales e incluso monetizarlos haciendo todo tipo de transacciones con otros usuarios. Y, presumiblemente, estos riesgos también estarán presentes en otros entornos similares como el nuevo metaverso de Mark Zuckerberg.
La prevención es la mejor manera de evitar los robos digitales
Como suele ocurrir en el ámbito digital, la prevención es una de las mejores herramientas que tenemos a nuestra disposición para hacer frente a estos hackeos. Después de producidos, los hackeos son prácticamente irreversibles, ya que es muy improbable que nuestro banco decida devolvernos el dinero robado. Por eso es tan importante familiarizarse con las distintas herramientas de ciberseguridad que podemos usar para protegernos.
El uso de una VPN puede marcar considerablemente la diferencia gracias a su capacidad de cifrado digital. Además, en NordVPN el login nos permite utilizar un sistema de verificación en dos pasos que establece una capa de seguridad extra en el acceso de todas nuestras cuentas. De esta forma podemos jugar con mayor tranquilidad sabiendo que nuestras cuentas online estarán mucho más a salvo al acceder a los juegos.
También debemos prestar especial atención a las contraseñas que usamos en internet, tanto en los juegos como en cualquier otra plataforma. Las claves que no son robustas pueden ser fácilmente vulnerables mediante diferentes tipos de ataques informáticos, de forma que siempre debemos elaborar contraseñas lo más complejas posible. Y, por supuesto, el mal hábito de usar la misma clave en todas partes debería pasar a mejor vida cuanto antes. Con estas medidas de precaución podemos minimizar el riesgo de sufrir hackeos, y disfrutar de forma más segura con nuestros videojuegos favoritos.