Venezuela tiene en sus manos la posibilidad de enrumbarse hacia Corea del Sur. No depende de nadie, más que de su voluntad, fútbol y goles. Esta tarde la vinotinto Sub 20 buscará dar el golpe definitivo frente a una Argentina a expensas del milagro, en el partido previsto para hoy a las cinco de la tarde.
La juvenil no debería tener problemas para terminar de instalarse en la justa ecuménica, que se disputará a mediados de año. Para la ocasión, Venezuela recupera al mediocampista Yangel Herrera, capitán y pilar del equipo en la zona medular, no así al lateral Eduin Quero, sancionado por dos fechas como al seleccionador, por lenguajes y conductas inapropiadas en el partido contra Brasil.
A lo largo del Sudamericano, Venezuela ha mostrado una solvencia defensiva envidiable, apenas ha recibido cinco goles en toda la competencia, tres de ellos por la vía del penal, mientras que en el ataque ha venido de menos a más, a partir de la consolidación de sociedades y de Yeferson Soteldo como principal agente desequilibrante.
En este momento la selección es tercera en la clasificación final del hexagonal, del cual avanzan al mundial los cuatro primeros. Argentina ocupa el quinto peldaño y lo que ha dejado en evidencia es un equipo flojo, con dificultades en casi todas sus líneas y poca alma.
Más allá de las circunstancias, Venezuela no se confía, sabe de la peligrosidad de equipos como la Argentina, auténticas fieras heridas cuando de defender su honor e historia se trata. Por si fuera poco, lo advirtió Gerardo Salorio, preparador físico de la albiceleste recientemente tras el agónico empate con Brasil: “prefiero morir en Quito que quedarme fuera del Mundial”.
Así de importante será este último compromiso, de vida o muerte, sobre todo para los argentinos.
Venezuela necesita empatar o ganar para clasificar sin complicaciones, perder le sirve pero por menos de cinco goles de diferencia, un escenario remoto a juzgar por la ya referenciada defensa.
Certificar su clasificación a Corea del Sur significará para Venezuela el segundo Mundial en su historia, luego del de 2009, cuando el selectivo se disputó en Puerto La Cruz. Pero la clasificación será no sólo una satisfacción para la causa criolla, sino también una afrenta ante los obstáculos y presuntos amaños o intento de ellos que han rodeado la competencia.
Uruguay por el título
En el último partido de la jornada podría coronarse el nuevo campeón sudamericano de la categoría que, de momento, sería Uruguay, líder con 9 puntos, pero Ecuador, su rival y anfitrión, igualado en puntos con Venezuela, también espera dar la pelea por el cetro, como la propia vinotinto, que amenaza con el batacazo.
El otro compromiso de la jornada, el de segunda hora, será entre Brasil y la eliminada Colombia. La canarinha es cuarta en el hexagonal con cinco puntos. (MJS)