Luis Alfonso Ramírez es de los pocos especímenes que existen en el mundo. Después de medio siglo de estar frente a un micrófono, 50 años de largo batallar dentro de la radiodifusión tachirense y nacional, con un nombre bien ganado aquí, allá y más allá, se resiste al retiro, lo ve lejos, “el ser Supremo se encargará de ello”, esgrime.
Una conversación informal, con el testimonio de Carmen Alviarez su compañera, amiga, esposa y consejera de siempre. “El Zorzal”, como se le conoce en el ambiente de radio, contó parte de su historia, sus inicios; y de ahí en adelante todo lo aprendido, un bagaje de conocimientos, historia, anécdotas y mil facetas más de este ícono de la comunicación social.
La pasión por la radio siempre estuvo latente en Luis Alfonso, desde muy joven, que lo llevó a irse hasta Radio Táchira, allá por el año 1967, en el viejo edificio de la carrera 8 entre calles 5 y 6 en el centro de la ciudad. Los ya desaparecidos Gelasio Suárez y Max Carrero padre, fueron los ejemplos a seguir por el ahora connotado locutor, de quienes rescató lo mejor de su sabiduría.
Un programa musical de corte juvenil, “Juventud a Go Go”, ahí mismo en la decana de las emisoras de radio del estado fue el descubridor del inquieto muchacho nacido en la capital tachirense, todo lo que llevaba intrínseco, para 50 años después ser un hombre de éxito en la comunicación social.
–Erasmo José Pérez, un cazador de talentos, mano derecha de don Gregorio González Lovera en la estación Ecos del Torbes, me llamó para que fuera a su oficina, ya había oído mi programa juvenil entre 5 de la tarde y 7 de la noche, contó Luis Alfonso.
Nada fácil la tarea la propuesta hecha a “El Zorzal” por parte del dueño de la estación, emular a través de la estación de la calle 9, un programa bandera, de gran éxito en La Cadena Caracol de Colombia: “Una voz en el camino”, entre 12 de la noche y seis de la mañana.
–Acepté el reto, comencé “Alborada tachirense”, un programa del mismo corte del colombiano y con horario idéntico. Los noctámbulos y serenateros se convirtieron en mis “compañeros de ocasión”, con mayor énfasis los fines de semana, a lo largo de dos años, hasta que se cumplió mi primer ciclo dentro de la radio, recuerda con un dejo entre nostalgia y orgullo.
“Una canción y un recuerdo” y “Bailando con la escoba”, dos de los programas de los cuales Luis Alfonso Ramírez fue su creador, ambos en horario matinal y durante dos épocas, finales de la década del 70 y principios del 80, terminaron siendo la plataforma de lanzamiento, luego de 14 años en Ecos del Torbes.
´”El Zorzal” siempre ha sido un hombre de retos, de proyectos, que lo han llevado al éxito, trayendo consigo el compartir sus programas de radio de entonces con el deporte, la narración: béisbol, baloncesto y ciclismo como sus principales pilares.
Abelardo Raidi, uno de los grandes periodistas deportivos de la época, gerente del Navegantes del Magallanes lo llamó para que fuera el narrador oficial en el circuito de la “nave turca”. Por dos años estuvo en Valencia, durante la temporada, para llevar las incidencias de la pelota profesional a todo el país.
Pero la “tierra llama”, su regreso al lar nativo no se hizo esperar. Volvió para independizarse, fundó su propia firma: “Luis Alfonso Ramírez, Publicidad”.
La Vuelta al Táchira en Bicicleta y la Vuelta Ciclista a Venezuela, amén de otras pruebas de carácter regional y nacional, junto a Carlos Alviarez Sarmiento y Nelson Augusto Buitrago, fueron los eventos que sirvieron de imán para que la voz de Luis Alfonso Ramírez traspasara las fronteras patrias.
Se emociona, no esconde su satisfacción cuando trae a la memoria el día que fue llamado por los ejecutivos de la Cadena Caracol de Colombia, quienes le hicieron la propuesta para transmitir arriba de una escotilla las grandes pruebas por etapas del ciclismo mundial: Tour de Francia, Giro de Italia y la Vuelta a España como las de mayor abolengo.
Ya con medio siglo de largo transitar como locutor y narrador deportivo, Luis Alfonso se siente un hombre realizado, tiene su propia emisora, La FM 98.5 Buenísima, de corte comercial, teniendo como grandes aliados, primero a Dios, también don Gregorio Gregorio González Lovera que le dio la oportunidad y junto a ellos Carmen Alviarez y su hijo Yolban Ramírez, cada quien con su mejor talento, para que ahora la estación, pese al poco tiempo que lleva bajo su mando ya se encuentra entre las más oídas de la ciudad y algunos municipios del estado.
Se sobra en loas para con todo las personas que han sido partícipes en los logros de la estación que preside y dirige, destacando Noel Acevedo, un experimentado locutor con una fama bien ganada a nivel regional y nacional, gracias a su talento de toda la vida, sentencia.
Nunca le ha pasado por su mente el retiro: “mientras tenga voz y condiciones ahí estaré frente al micrófono, que sea el Creador y el Sagrado Corazón de Jesús los que digan la última palabra”, remata el consagrado comunicador social.
(Homero Duarte Corona)
¡Una voz, un micrófono, un ícono!
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