Una Croacia enloquecida con el fútbol y con su selección, espera ansiosa y en éxtasis la gran final del Mundial de Rusia 2018 mañana en Moscú, donde los balcánicos se enfrentan a la poderosa Francia.
Decenas de miles de banderas croatas adornan los balcones de las principales ciudades del país, mientras que muchos niños y también adultos visten estos días la camiseta de sus estrellas.
En las radios, televisión y en la prensa escrita no se habla de otra cosa que no sea el Mundial y la histórica posibilidad de este pequeño país, de solo 4,5 millones habitantes, de ser campeón mundial de fútbol.
“Croacia está sacudida por una fiebre futbolística. El país entero se ha olvidado de todo, tanto de los problemas individuales, como de los colectivos, y respira con un solo pulmón por la selección”, describe hoy el popular portal de noticias “Index” el ambiente ante la final de mañana.
Con haber entrado en la final, la selección liderada por el capitán Luka Modric ya ha logrado el mayor triunfo futbolístico la historia de este país, cuyo mayor éxito hasta ahora era el tercer puesto en el Mundial de Francia 1998.
“!Ahora: a por el oro!”, “!Juntos por el oro!” “Los días del orgullo”, “Croacia mañana escribe la historia” , “Rakitic: mañana seremos 4,5 millones en el terreno”, “!Vamos, Ardientes!”, son algunos de los titulares que chillan de las primeras planas de la prensa de hoy.
Los diarios, además de dedicar casi todo su espacio al tema del fútbol, publican suplementos adicionales sobre la selección, tanto que incluso algunos suplementos de modas están dedicados a ropa y accesorios decorados con los cuadrados blancos y rojos, el tradicional diseño de la bandera croata.
La redacción de Index, uno de los medios más críticos e importantes del país, ha decidido no informar hasta el martes próximo sobre problemas político y sociales.
“La razón es muy sencilla, en estas circunstancias no podemos ser objetivos y publicar verdaderas noticias… nadie en sus cabales logra permanecer racional, impasible y mesurado”, explica el portal un editorial.
Croacia, que se independizó en 1991 de la entonces Yugoslavia y vivió una larga guerra contra tropas serbias, forma parte de la Unión Europea desde 2013 y es uno de sus miembros con menor renta por habitante.
“!El ambiente es extraordinario! !Se siente un espíritu de unidad como durante la guerra de independencia! Ya la sola posibilidad, que estamos viviendo en los últimos días, de poder llegar a ser campeones, es fenomenal!”, dijo a Efe en Zagreb Bero, un gerente de ventas de 37 años con un coche adornado de banderitas croatas.
“Si realmente llegamos a ser campeones, eso será un delirio total! Una suspensión de todo lo normal y usual y un festejo y locura totales”, agregó el economista Marin, de 38 años, también vestido con una camiseta de la selección.
A cada paso alguien menciona algo del partido: “No, mañana no puedo, mañana me dedico en total al partido”, exclama incluso una abuela en un mercado, en conversación con una amiga.
“Somos todos un corazón unido: !Suerte Ardientes!”, reza un panel a la entrada de un parvulario de Zagreb, con un gran dibujo de un terreno de fútbol, con los jugadores croatas dibujados con extraordinaria precisión y conocimiento por los niños preescolares.
El primer ministro, el conservador Andrej Plenkovic, apeló ayer a todos los empresarios a que permitan a sus empleados a participar en la acogida masiva de la selección croata a su regreso de Rusia.
Indistintamente del resultado del partido de mañana, Croacia está preparando una espectacular acogida de sus “héroes ardientes”.
Para el domingo y lunes en Croacia ya han sido cancelados todos los acontecimientos públicos que no sean el partido y la recepción de los futbolistas: misas, representaciones teatrales, reuniones exposiciones, se acortan los horarios de trabajo de los comercios y muchos empleados se han reservado tomado un día libre el lunes.
Para el partido de semifinales contra Inglaterra unos 10.000 hinchas croatas se desplazaron a Rusia y para la gran final del domingo se espera al menos un número similar o más.
Mientras, en Croacia la venta de televisores, de patatas fritas, de salchichas y de cerveza se ha disparado con respecto al comercio habitual, cuentan los comerciantes entusiasmados.
Eso sí, las camisetas de la selección ya no se consiguen, están agotadas en todas partes. Solo pueden encontrarse en Internet en páginas como Amazon y eBay a precios astronómicos.
“Si tuviéramos 10.000 camisetas, las venderíamos en cuestión de minutos”, describió hoy la vendedora de una tienda deportiva en Zagreb la enorme demanda.
Para el día de la final, se reunirán cientos de miles de croatas en las principales ciudades del país para ver en pantallas gigantes el gran partido.
Solo en la capital, Zagreb, se esperan más de 100.000 en la céntrica plaza Ban Jelacic, donde las autoridades han colocado una enorme pantalla para el histórico partido.
Pero también en la vecina Bosnia Herzegovina la expectación de máxima, ya una quinta parte de la población allí es de origen croata y se identifica con la selección de Modric, Rakitic y compañía. // EFE