KIEV, (AFP) – La Federación Ucraniana de Fútbol (FFU) evalúa ofrecerle un trabajo y al mismo tiempo le propone este martes una compensación financiera a Ognjen Vukojevic, marginado del cuerpo técnico croata por su festejo proucraniano difundido en un video, tras la victoria de la ‘Cuadriculada’ ante Rusia en cuartos de final del Mundial-2018.
“Hemos decidido compensar con nuestros propios fondos la multa que deberá pagar” el experto en análisis en video de equipos, declaró en Facebook el patrón del fútbol ucraniano, Andriy Pavelko, añadiendo que la FFU está “dispuesta a estudiar las opciones para una cooperación con un especialista de alto nivel” como Vukojevic.
Andriy Pavelko acompañó su mensaje con una foto en la que posa con la camiseta de la selección de Croacia.
Exinternacional croata, Ognjen Vukojevic fue marginado el lunes del cuerpo técnico de su selección por haber publicado un video en el que se lo veía junto al defensor Domagoj Vida, tras la clasificación a semifinales de Croacia, gritando “Gloria a Ucrania”.
Vukojevic agregó: “¡Esta victoria es para el Dynamo (Kiev) y para Ucrania! ¡Vamos Croacia!”.
Ambos hombres habían militado en el club ucraniano Dynamo Kiev en el pasado.
Tras los hechos, la FIFA decidió simplemente advertir a Vida, pero le aplicó una multa de 12.800 euros y una advertencia a Ognjen Vukojevic.
Por su parte, la Federación Croata presentó un pedido de disculpas a la opinión pública rusa por “el acto llevado a cabo por un miembro de la delegación croata”.
“¡Gloria a Ucrania!” es un eslogan de la revolución proeuropea que llevó a la destitución del presidente ucraniano prorruso Viktor Yanukovich en 2014, y a una enorme crisis en la relación entre ambos países.
El Kremlin oficializó después la anexión de Crimea y los combates entre las fuerzas ucranianas y las fuerzas prorrusas han provocado la muerte de unas 10.000 personas.
El domingo pasado, la Federación Ucraniana envió una carta al patrón de la FIFA, Gianni Infantino, explicando que el canto “Gloria a Ucrania no es un signo o símbolo discriminatorio o de extrema derecha”.
“Eso no debe ser interpretado como un signo de agresión o de provocación”, precisó la FFU.